Vivienda social: El gran reto de edificar 1 millón 200,000 hogares

El gobierno federal tiene la meta de construir 1 millón 200,000 hogares durante el presente sexenio, apoyado en la labor de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit); sin embargo, en el horizonte hay desafíos que deben superarse para cumplir con el objetivo.
De acuerdo con autoridades y especialistas, en el horizonte se vislumbran desafíos como la adquisición de suelo bien ubicado para el desarrollo de las viviendas de bajo costo; presupuestos robustos de los organismos encargados de la edificación y hasta cuestiones climáticas que amenazan la labor de la edificación.
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Edna Vega Rangel, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), puntualizó que para este 2025 se prevé iniciar la construcción de 186,000 casas, tanto de Infonavit como de Conavi, pero una parte se entregará hasta el 2026.
“Estoy preocupada porque si sigue lloviendo, se dificulta mucho la obra civil. Pero sí estarán iniciadas 186,000 unidades y esperemos, al menos, estar cumpliendo con (la terminación de) 150,000. Los primeros conjuntos habitacionales se entregarán en octubre de este año”, detalló Vega Rangel en entrevista.
Aunado a esto, la funcionaria indicó que un reto será el presupuesto, específicamente de la Conavi, que se asigne para el desarrollo habitacional. De acuerdo con el paquete presupuestario aprobado para el 2025, la Conavi tiene una partida asignada de 32,000 millones de pesos, lo cual le sirve para iniciar la obra en este año, pero se requieren mayores recursos hacia el futuro.
Según Vega Rangel, se prevé que parte de las viviendas planteadas inicialmente se paguen con recursos del 2026, donde se buscará que la Conavi tenga un presupuesto cercano a los 50,000 millones de pesos.
En contraste, el Infonavit cuenta con un presupuesto robusto de más de 60,000 millones de pesos para este 2025, lo que le permitiría avanzar con mayor certidumbre.
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Aprobación de proyectos
Carlos Ramírez Capó, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi Nacional), advirtió que la disponibilidad de terrenos adecuados es uno de los grandes retos para la vivienda del Bienestar.
A corte de junio, la Canadevi ha presentado proyectos para construir 400,000 casas al Infonavit, pero cerca de 35% no ha cumplido con criterios como ubicación y acceso a infraestructura básica para ser aprobados.
“El Infonavit ha contratado 62,000 viviendas de desarrolladores privados independientes o pertenecientes a organismos como Canadevi y la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC). La meta del instituto es que en septiembre sean 100,000 viviendas contratadas”, precisó Ramírez Capó.
Para la fase inicial del programa, ya se cuentan con 481 predios y la participación de 400 constructoras que han firmado alguna alianza tanto con Conavi como con el Infonavit.
“La respuesta ha sido increíble, agradezco a todas estas empresas que están depositando su confianza en el gobierno de México para lograr alcanzar las metas de este programa”, reconoció la titular de Sedatu.
El dilema del suelo
El Infonavit opera bajo un esquema doble: adquiere terrenos a los desarrolladores, por los que paga 50,000 pesos por cada casa que pueda construirse en ellos, y contrata también sus servicios como constructores.
No obstante, el esquema plantea dificultades en regiones donde la tierra es costosa y la densidad requerida (más de 130 unidades por hectárea) no es viable. Ciudades como Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Querétaro y la Ciudad de México enfrentan limitaciones importantes para ofrecer viviendas de 600,000 pesos, el precio tope fijado por el Infonavit.
En este sentido, Ramírez Capó advirtió que se requiere una segunda fase del programa con mayor flexibilidad de precios, especialmente en la frontera norte, donde el salario mínimo es 50% más alto que en el resto del país. “Hemos propuesto que ahí la vivienda tenga un mayor precio para cubrir los costos de tierra, materiales y mano de obra”, apuntó.
Un reto de todos
Por su parte, Karim Antonio Oviedo Ramírez, presidente nacional de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), destacó que el éxito del plan depende de profesionalizar la mano de obra, modernizar materiales y agilizar trámites.
“Lograr incrementar el desarrollo de vivienda en México requiere especialización de la mano de obra, innovación en diseño, renovación de materiales de construcción y una facilitación de permisos de obra que siguen siendo tardados”, explicó Oviedo.
La AMPI estima que la industria de la construcción habitacional crecerá entre 20 y 30% anual en este 2025, impulsada en buena medida por el Plan de Vivienda. Sin embargo, reconoció que 1 millón de acciones no serán suficientes para abatir el rezago habitacional del país, estimado en más de 8 millones de hogares, pero sí representa un paso importante tras la desaceleración del sector en años recientes.
“Este plan llama a todos los actores a poner su grano de arena. El programa es de gran impacto social que podría cambiar la vida de millones de mexicanos”, concluyó Ramírez Capó.