Ven posible que sequía obligue a reabrir tratado

En los últimos años las asignaciones de agua entre México y Estados Unidos han ido a la baja ante la sequía que se ha recrudecido en los últimos años en la región, lo que abriría una posibilidad de renegociar el tratado de aguas entre ambas naciones que data de 1944, opinaron expertos.

Jorge Fuentes, director de Proyectos del Consejo Consultivo del Agua, señaló que aunque el país ha sido históricamente beneficiado por el tratado, recibiendo más agua del Río Colorado de la que entrega por el Río Bravo, actualmente atraviesa por una situación crítica.

“México solo ha entregado 600 millones de metros cúbicos de agua de alrededor de 2,300 (millones) que tenía que dar. Vamos muy atrasados con la dotación que tenemos que entregar”, afirmó.

La falta de agua en presas del norte del país, resultado de una prolongada sequía, ha dificultado cumplir con los compromisos establecidos en el quinquenio actual, el cual concluye en octubre de este año.

“Las dos coordinadoras de la CILA (Comisión Internacional de Límites y Aguas) lo han dicho desde hace años: ha disminuido la entrega por ambos lados debido a la sequía, pero México sigue siendo el país más beneficiado en términos netos”, dijo Fuentes.

Entre las acciones preventivas urgentes que podría tomar el gobierno mexicano, el experto mencionó el tratamiento y reutilización de aguas residuales en los estados fronterizos, aunque reconoció que es una solución de mediano plazo.

“Ya tendría que estar planteado como una política inmediata, aunque no lo va a resolver de un año para otro”, opinó.

Por su parte, Jair Aguilar Badillo, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, mencionó que las amenazas del presidente de los Estados Unidos se tratan de una estrategia impulsada por intereses republicanos, particularmente del gobernador Greg Abbott y el senador Ted Cruz.

“El problema no es que México esté reteniendo el agua, sino que no la tiene. Y esto afecta principalmente a los agricultores estadounidenses. A cambio, amenazan con cerrar el paso del agua a Tijuana. Así se ha equilibrado este juego político en los últimos cuatro años”, explicó.

Según el tratado de 1944, a México le corresponde anualmente un volumen garantizado promedio de 1,850 millones de metros cúbicos del Río Colorado, mientras que a Estados Unidos se le garantiza anualmente un promedio de 431.7 millones de metros cúbicos del Río Bravo.

De acuerdo con datos de la CILA, desde 2022, las asignaciones a México no han pasado los 1,700 millones de metros cúbicos.

En el caso de Estados Unidos, las asignaciones desde 2020 no han llegado a los 400 millones.

Según el tratado, en caso de sequía se expone que México deberá entregar el siguiente quinquenio, en este caso del 2025 al 2030, los faltantes de agua a Estados Unidos (unos 2,300 millones de metros cúbicos), mientras que sobre los faltantes para México no se estipula una reposición como tal.

Negociación

El fin de semana que pasó, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que el tratado de aguas es justo por lo que descartó una renegociación.

“Entrega más Estados Unidos de lo que nosotros entregamos, porque así es la cantidad de agua que hay en cada lugar, no es más que eso técnicamente establecido”, dijo.

Por su parte, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, Julio Berdegué, sostuvo una llamada con funcionarios estadounidenses en la que reiteró el compromiso del país para cumplir con la entrega de agua a Estados Unidos, a pesar de las condiciones de sequía que han afectado severamente al norte del país.

En un mensaje publicado en redes sociales, el pasado viernes 11 de abril, Berdegué informó que la conversación con la secretaria de Agricultura de Estados Unidos, Brooke Rollins, y el subsecretario de Estado, Chris Landau, permitió ratificar el tratado y avanzar en la coordinación técnica entre ambos países.

“Ratificamos el tratado de 1944 y el compromiso de México de cumplirlo, bajo las consideraciones de sequía que hemos tenido en estos últimos años”, señaló.

Por su parte, la secretaria Brooke Rollins calificó como un avance el compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum de responder al reclamo estadounidense por el retraso en las entregas de agua. No obstante, advirtió que “lo que queremos, y lo que los agricultores estadounidenses merecen, es una solución”. Las declaraciones se producen luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, acusara a México de “robar” agua a Texas y amenazara con imponer aranceles si no se cumple el tratado.

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