Una nueva inquisición toma al asalto los campus de EE UU bajo la acusación de antisemitismo
La caza de brujas en los campus de Estados Unidos tiene un nombre, doxxing, que en inglés describe la publicación de información personal de un individuo para intimidarle, amenazarle o acosarle, o para fomentar que se le hostigue. El castellano abunda en sinónimos: el señalamiento, la delación, una inquisición que hoy apunta a quienes desde octubre de 2023 han alzado su voz contra la guerra de Gaza. Aunque la Administración republicana abandera ahora esta ofensiva, meses antes de que Donald Trump ganase las elecciones los campus de EE UU eran ya una pira a la que grupos de presión arrojaban a todos cuantos criticaran a Israel, acusándolos de manifestaciones antisemitas. Detrás de todos y cada uno de los nombres de la docena larga de estudiantes extranjeros detenidos desde el 8 de marzo, están el puntero de una organización, un justiciero espontáneo o incluso un programa informático de reconocimiento facial para desenmascarar a manifestantes embozados. La maquinaria del doxxing ha servido en bandeja a la Casa Blanca sus objetivos.