Un proceso electoral extraordinario para fortalecer la justicia en México

Este 1 de junio, México vivirá un momento histórico. Por primera vez, las y los ciudadanos podremos ejercer nuestro derecho al voto para elegir a quienes ocuparán los cargos más relevantes del Poder Judicial de la Federación (PJF). Como consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), me llena de orgullo poder acompañar, junto a un gran equipo de profesionales, este proceso que representa un cambio de paradigma en la vida democrática del país.

Se trata de una elección extraordinaria, distinta a cualquier otra que hayamos organizado. No participan partidos políticos, ni se eligen representantes populares como diputaciones o alcaldías. Esta vez, la ciudadanía elegirá directamente a juezas y jueces, magistradas y magistrados, además de ministras y ministros que tendrán la responsabilidad de impartir justicia de forma imparcial, eficiente y con profundo respeto a los derechos de todas las personas.

Este proceso nace de una reforma constitucional inédita, que abre la puerta a la participación ciudadana en la selección de las personas juzgadoras. Y aunque hay voces que debaten su legitimidad, desde el INE tenemos claro nuestro papel: no nos corresponde juzgar reformas, sino garantizar que las elecciones se desarrollen con los más altos estándares de legalidad, equidad y transparencia.

Uno de los aspectos más comentados ha sido la creación de los 60 distritos judiciales electorales. Al respecto, quiero ser clara: esta división no fue improvisada ni arbitraria. Fue resultado de un trabajo técnico muy riguroso, que armoniza la estructura judicial con el marco electoral, con un criterio central: que cada voto tenga el mismo valor, sin importar la región del país donde se emita.

Esta elección representa un desafío logístico sin precedentes. Más de tres mil candidaturas competirán por 881 cargos judiciales en todo el país. Para facilitar la participación, diseñamos boletas segmentadas por especialidad y por distrito, de modo que las y los votantes puedan enfocarse en los cargos que les corresponde elegir, sin sentirse abrumados.

Además, hemos desarrollado una plataforma de cómputo en tiempo real que sustituirá al tradicional PREP. Esto permitirá una transmisión directa, segura y transparente de los resultados. Nuestro compromiso es que la ciudadanía tenga plena certeza de que su voto será contado y respetado.

En estos días he escuchado voces que aseguran, sin prueba alguna, que esta elección es una farsa, que ya todo está decidido o que el fraude está consumado. A quienes sostienen tales afirmaciones les digo con toda claridad: están equivocados. No solo están desinformando, sino que están atentando contra la voluntad ciudadana y minando, sin justificación alguna, la confianza en las instituciones democráticas. Desde el INE hemos construido condiciones para que cada voto cuente, se respete y sea el reflejo genuino de la voluntad popular.

Particularmente preocupante me resulta que algunas de estas voces provienen de personas que, en su momento, trabajaron en este Instituto. Personas que conocen de cerca el profesionalismo y la entrega de miles de integrantes del Servicio Profesional Electoral Nacional, y que hoy optan por deslegitimar ese esfuerzo con fines ajenos al interés público. A ellas les recuerdo que este cuerpo de mujeres y hombres es un patrimonio nacional, que garantiza seguridad, certeza y confianza en cada etapa del proceso electoral mexicano. El INE no es de quienes lo critican desde la comodidad del exterior: es de la ciudadanía que confía y participa activamente en su democracia.

Quiero destacar que este proceso también ha implicado un cuidadoso equilibrio entre dos derechos fundamentales: el derecho a votar y ser votado, y el derecho al acceso a la justicia. Ambas garantías, consagradas en nuestra Constitución, han sido respetadas con el mayor cuidado por parte del INE.

Este proceso extraordinario requiere, por supuesto, una ciudadanía informada. Por ello, hemos desplegado una estrategia de comunicación clara y cercana, para explicar de manera sencilla cómo funciona esta elección y qué la hace tan diferente. Sabemos que la confianza se construye con información, y ese es uno de nuestros principales compromisos.

A tan solo unos días de esta histórica jornada, reitero la invitación a todas y todos a participar. Su voto no solo define quién impartirá justicia, sino que fortalece nuestra democracia y consolida un nuevo capítulo en la vida institucional del país.

Desde el INE, pueden tener la certeza de que seguiremos cumpliendo con nuestra responsabilidad de forma imparcial, profesional y comprometida. Porque esta elección no solo es inédita, también es justa, necesaria y profundamente democrática.

Nos vemos en las urnas este 1 de junio.

* La autora es consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral

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