Uber Eats en México: La app que ya aporta 20% de los ingresos de los restaurantes
La expansión de Uber Eats en México está cambiando la forma en que los mexicanos comen, cocinan y consumen. Con datos que radiografían los hábitos de millones, la compañía de delivery se consolida como un eje económico y tecnológico del sector restaurantero.
Daniel Colunga, CEO de Uber Eats México, reveló que la plataforma atiende a 25 millones de usuarios al año y actualmente opera en 115 ciudades del país, con planes de expansión hacia las 300 en los próximos años. A través de una red de 60 mil socios activos —entre restaurantes y repartidores—, Uber Eats se ha convertido en una pieza estructural del ecosistema gastronómico.
“Durante la pandemia crecimos 100%, pero el reto fue lo que vino después”, explica Colunga. “De 2020 a la fecha, el negocio no sólo se estabilizó: se consolidó. Hoy estimamos que Uber Eats aporta alrededor del 20% de los ingresos de los restaurantes en México, y en el caso de muchas pymes ese porcentaje es aún mayor”.
Este peso económico —que hasta hace pocos años no existía— ha obligado a restaurantes grandes y pequeños a repensar su estructura operativa, logística y de servicio. En palabras del directivo, “esa dependencia también implica responsabilidad: debemos asegurar que sea sustentable para todos”.
Hiperlocalidad y radiografía del consumo mexicano
Uno de los pilares de Uber Eats México es la hiperlocalidad: entender los hábitos de consumo en cada zona, colonia o franja horaria. “Sabemos cuáles son las zonas más taqueras de la ciudad, los barrios que prefieren pozole o los que consumen más café con pan. Esa información nos permite ayudar a los restaurantes a detectar nuevas oportunidades”, detalla Colunga.
La empresa utiliza sus datos no sólo para optimizar rutas, sino también para identificar comportamientos y oportunidades de mercado. Por ejemplo, mientras en Ciudad de México los pedidos responden a la congestión vial y la búsqueda de comodidad, en ciudades del norte el clima extremo o las distancias más largas impulsan la demanda de pedidos a domicilio.
<!–>Enlace imagenDaniel Colunga – CEO Uber Eats México
Esa lectura territorial se extiende a las franjas horarias: si antes el pico era la hora de comida, hoy crecen los desayunos y cenas, y en los últimos dos años ha surgido una nueva ocasión de consumo: la del café con postre o pan.
“Lo que vemos es una madurez del mercado”, explica el CEO. “Hoy muchos restaurantes han descubierto que pueden aprovechar los tiempos ociosos de su cocina y generar ingresos casi 24 horas al día”.
Tecnología, datos y oportunidades para las pymes
Colunga subraya que los datos se han convertido en el principal insumo para los restauranteros. “No tomamos una sola decisión sin datos”, dice. “Y lo que queremos es trasladar esa cultura de análisis a nuestros socios. Hay restaurantes que operan con apenas 1 o 2 personas; la tecnología puede ser su mejor aliada”.
A través de herramientas de análisis interno, la compañía comparte información que permite a los negocios experimentar, ajustar menús y estrategias en tiempo real, o incluso definir franjas de entrega más rentables.
El objetivo, afirma, es que cada restaurante —desde una fonda familiar hasta una cadena con sucursales— pueda decidir mejor, vender más y reducir desperdicios. “La experiencia es clave: el consumidor espera que el pedido llegue igual que si comiera en el restaurante. Mejorar tiempos y calidad de entrega se traduce directamente en ventas”.
Una nueva era del delivery gastronómico
El modelo de Uber Eats México se sostiene sobre un aprendizaje continuo: las lluvias, el tráfico o eventos deportivos pueden alterar de manera significativa los patrones de demanda. Este año, la compañía logró aumentar 30 % su capacidad para capturar picos de pedidos durante lluvias, invirtiendo en tecnología predictiva y logística.
–><!–>Enlace imagenUber eats.
A nivel nacional, la expansión avanza hacia las zonas periféricas de las grandes urbes, donde existe alta densidad poblacional pero poca oferta digital. En el norte, los domingos se han convertido en el día de mayor demanda, mientras que en el occidente los consumidores muestran mayor sensibilidad al valor y promociones, buscando más producto por el mismo precio.
Para Colunga, el futuro está en seguir leyendo con precisión las señales del apetito mexicano: “Cada pedido nos enseña algo. El reto es usar esa información para que más restaurantes prosperen, y que la experiencia digital del consumidor sea cada vez más completa”.
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