Trump y Xi afrontan su negociación decisiva para regular la mayor relación comercial bilateral del mundo
Un proverbio chino recuerda que, cuando se vuelca un nido, todos sus huevos acaban estrellados (覆巢无完卵, fù chào wù wàn luân). Y cuando el orden mundial se ve sacudido por una pelea entre Estados Unidos y China, todas las economías acaban perjudicadas. El próximo jueves, en Gyeongju, la antigua capital medieval de Corea (hoy en Corea del Sur), los presidentes de los dos grandes colosos globales, Donald Trump y Xi Jinping, se verán las caras por primera vez en lo que va de mandato del republicano para tratar de cerrar una serie de acuerdos comerciales, de inversión y sobre tierras raras que eviten en el último momento esa caída del nido, las aplicaciones de unos aranceles y controles de exportación que podrían hacer saltar por los aires la marcha de la economía planetaria.
