Tratado de aguas con EU: México recibe más de lo que entrega, asegura Conagua

Pese a la presión ejercida por el presidente de Estados Unidos (EU), Donald Trump, en materia hídrica, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) aseguró que, a través del Tratado de Aguas de 1994, México recibe más líquido del que entrega al país vecino del norte.
De acuerdo con Humberto Marengo Mogollón, subdirector general técnico de la Comisión, este convenio establece que México reciba 1,850 millones de metros cúbicos (m3) de agua al año de parte de Estados Unidos, y regrese 431,700 m3 anuales.
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“Recibimos 4.5 veces más agua de la que entregamos, y en años con excedentes podemos recibir hasta cinco veces más”, explicó el funcionario.
El Tratado de Aguas de 1994 regula el uso del río Bravo, río Colorado y río Tijuana a lo largo de la franja fronteriza, la cual tiene más de 3,100 kilómetros. Este acuerdo es considerado un modelo internacional de cooperación hídrica esencial para el desarrollo de la frontera, una de las regiones más dinámicas, caracterizada por su alta densidad poblacional, intensa actividad industrial y zonas agrícolas clave para la seguridad alimentaria.
Sin embargo, Marengo indicó que el territorio mexicano enfrenta un déficit hídrico que dificulta el cumplimiento con Estados Unidos. Este problema se atribuye a diversos factores, entre los que destacan la sobreconcesión de agua y la creciente incidencia de sequías derivadas del cambio climático.
“El cumplimiento del tratado se convierte en un reto importante. Podemos esperar años húmedos que nos permitan cumplir, pero si hay sequía excepcional o fallas en infraestructura, el tratado permite aplazar pagos, aunque la deuda se acumula”, añadió el funcionario de Conagua.
El tratado no solo beneficia a México
El tratado fue creado hace 30 años, no obstante, Marengo apuntó que “está al día”, pues ha sido actualizado a través de 332 actas que hoy se encuentran vigentes y abordan soluciones como las aguas tratadas y la desalinización.
Si bien, la balanza en el Tratado de Aguas con Estados Unidos beneficia a al territorio mexicano, Felipe Ignacio Arreguín Cortés, miembro del Comité del Agua del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), remarcó que es una iniciativa favorable para ambas naciones.
“Hay que quitarnos esta idea de que es un tratado que favorece solo a México, es algo que conviene a los dos países. No nos están haciendo un favor. También hay que reconocer que la decisión del gobierno mexicano fue adecuada. Lo importante es que salimos del problema (con Trump) y se sacó agua de donde había”, declaró.
Desde su perspectiva, el problema estructural radica en que Conagua carece de los recursos y capacidades necesarias para mejorar la administración del recurso, detener las extracciones ilegales y avanzar en los proyectos de tecnificación del campo.
Alternativas para el cumplimiento
Con el fin de asegurar el cumplimiento del tratado, Conagua ha comenzado a implementar estrategias complementarias. Entre ellas destaca la transferencia de agua entre presas y ríos nacionales, así como proyectos a mediano y largo plazo como:
- Tecnificación de distritos y unidades de riego.
- Desalinización de agua para uso agrícola.
- Extracción de aguas subterráneas en zonas como Matamoros y Reynosa.
Por su parte, Mauricio Jessurun, presidente del XL Consejo Directivo del CICM, recordó que la gestión de recursos hídricos transfronterizos es una cuestión que va más allá de la diplomacia.
“La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha alertado que una mala gestión de estos recursos puede escalar a conflictos internacionales, comprometer el desarrollo de regiones enteras y agudizar las tensiones sociales. Esto refuerza la necesidad de una gestión coordinada de los recursos hídricos compartidos”, sostuvo.
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