Tim Burton: “el arte y la creatividad en México son inspiradores”
Fundado en 1884, el Lote de Panaderos es uno de los 23 espacios exclusivos y delimitados dentro del extensísimo Panteón Civil de Dolores. Como su nombre lo sugiere, en el lote yacen los restos de personas dedicadas a esta noble labor, particularmente aquellas afiliadas al Sindicato de Panaderos.
En el sitio se realiza una de las primeras actividades públicas del cineasta estadounidense Tim Burton en su visita a México con motivo de la presentación de la exposición y experiencia inmersiva “Tim Burton, El Laberinto”, cuya inauguración será encabezada por el propio realizador este miércoles y misma que abre para todo el público el 26 de junio en el Lienzo Charro de Constituyentes, en la ubicación próxima al panteón.
En una mañana lluviosa como ésta, la llegada hasta el pórtico del Lote de Panaderos ha sido complicada. El espacio se ubica en el extremo poniente del vistoso panteón, varios andadores más allá de la Rotonda de las Personas Ilustres. “Siga usted, todo derecho, pase la rotonda, después rodee el crematorio y siga derecho, no se desvíe”, es la instrucción del personal del panteón que amablemente asiste con información desde la entrada principal.
No pocos periodistas se extraviaron entre las –por el contrario– inciertas instrucciones de la organización del evento y la no tan próxima ubicación del espacio. A una colega se le rompió un tacón tratando de hallar el lugar. Por alguna razón, se perdió en los senderos y tuvo que cruzar entre las tumbas, sosteniéndose con nada más que la punta del pie derecho al caminar.
El resultado final, después de que la gran mayoría ha logrado integrarse frente al Lote de Panaderos, se forma un cuantioso grupo entre fotógrafas y camarógrafos, reporteros, invitadas e invitados especiales y ganadores de la trivia que una famosa estación de radio puso en marcha días atrás.
Entre el grupo de invitados están los hermanos Arturo y Roy Ambriz, directores de la cinta de animación mexicana “Soy Frankelda”, proyectada por primerísima vez en la reciente edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara y la cual, se ha dicho, promete ser una sensación durante su estreno nacional en otoño próximo.
El panteón y los monstruos
La capilla que ocupa un lugar central en este lote luce bellísima. Está pintada en una combinación de blanco y un amarillo ámbar. Para la ocasión, su interior fue iluminado de un rojo intenso, como si de allí estuviera a punto de emerger una de las criaturas de Burton. Éste es el escenario de fondo de la llamada clase magistral del director de cintas icónicas como “Beetlejuice” (1988), “El joven manos de tijera” (1990), “El gran pez” (2003) o “Sweeney Todd” (2007), entre muchas otras.
Para llegar hasta aquí, desde la entrada al lote se desciende por amplias escalinatas durante unos 100 metros, hasta dejar atrás una fuente central antecesora de la capilla. Se han dispuesto bancas para los no pocos asistentes, quienes voltean al unísono hacia las puertas altas del Lote de Panaderos, porque ya se aproxima el personaje que los convoca a todos allí.
La conductora y periodista Gaby Cam acompaña al cineasta en esta, más que clase magistral, conversación desenfadada. Le pregunta si se siente familiarizado con el panteón. Y éste confirma, puesto que no es desconocido que un cementerio solía ser su espacio de juego durante la niñez.
“En Burbank (California), (al cementerio) solía encontrarlo muy pacífico, inspirador. Era el lugar al que acostumbraba ir a pensar. Siempre me pareció emocionante y espiritual”, responde Burton y confirma que disfruta de los panteones en todos los horarios: de noche le parecen más misteriosos y aterradores, pero durante el día los percibe “bastante relajantes”.
La conductora procede a leer las preguntas de varias de las presentes y de la prensa invitada. “¿Cómo has logrado construir una filmografía de arquitectura emocional que condensa el horror y la ternura?”, es una de los planteamientos. Y Burton responde:
“Viendo muchas películas de monstruos. Mucha gente se asusta de ellos, pero creo que son los personajes más emocionales del cine. Desde que vivía en Burbank me decían que obviamente me gustaban las películas de monstruos porque yo era extraño, pero no me sentía de esa manera, más bien me percibía del todo emocional, como cualquier otro ser humano. Los monstruos son los más emocionales y también los más incomprendidos, por eso para mí era fácil sentirme vinculado con ellos”.
“¿Y te llegaste a sentir como uno?”, le pregunta Gaby Cam. “Por supuesto. Es decir, asumo que lo mismo le sucede a muchos niños: te sientes diferente o que no encajas en tu mundo o en la escuela. En mi caso, eso me hacía sentir único y fuerte”.
De dónde vienen las ideas
No mucho después de comenzar la conversación, se percibe una ligera lluvia que quiere crecer, aunque da una tregua para al menos media hora de la presencia de Burton. En tanto que la lluvia aumenta, la interlocutora le pregunta al director, al menos en tres ocasiones, si está cómodo, si desea continuar con la sesión o quiere parar; si prefiere o no un paraguas. Y éste se muestra dispuesto a mojarse un poco más, y un poco más, para extender la conversación lo más que se pueda, hasta que resulte técnicamente imposible, y técnicamente porque el equipo de audio no tiene la protección adecuada para garantizar la supervivencia del cometido si ese chipi chipi se convierte en una precipitación en toda regla. Pero Burton no necesita paraguas y está dispuesto a seguir conversando.
“Las mejores ideas vienen cuando no lo intelectualizas todo”, reflexiona el cineasta sobre su manera tan particular de crear. “No tengo una rutina específica, no es que me levante a las siete de la mañana para escribir. En realidad, las ideas vienen un poco de manera aleatoria. Creo que se trata de que, si te muestras perceptivo, sensible ante lo que te pasa, las ideas surgen”.
De ahí que se le plantea si ha disfrutado la estancia en el país, toda vez que ha tenido oportunidad de visitar Xochimilco y Tepoztlán, en Morelos. “Ha sido muy espiritual. Me gusta visitar México porque se siente tan a flor de piel. Es decir, yo nací en Los Ángeles, entonces el Día de Muertos, el arte mexicano y sus personajes han impactado enormemente en mí desde pequeño. Realmente creo que el arte y la creatividad en México son inspiradores. Por eso amo venir aquí”.
El mundo de los superhéroes
Finalmente, en la era de los superhéroes, se le pregunta al realizador sobre su sentir como director de dos películas que hoy son consideradas de culto, la cintas de Batman de 1989 y 1992, protagonizadas por Michael Keaton.
“Fue muy especial esa primera vez en que filmé una película de un superhéroe desde una visión tan particular, con toda esa oscuridad. Filmarla fue increíble en su momento porque era algo nuevo para mí”, responde.
Sobre si filmaría otra película de este tipo en la actualidad o en el futuro, Burton señala: “Hay tantas de ellas hoy en día, es decir, creo que el cine de superhéroes se ha vuelto otra especie de género, y puedes hacer muchas cosas con él, pero no me veo (volviendo) en este momento”.
El clima se confirma inquieto. Aumenta la lluvia. El equipo técnico ha desmontado ya dos bocinas del espacio. Tras unos 30 minutos de conversación, la lluvia promete volverse abundante. Se interrumpe la sesión. El cineasta se despide entre cuantiosos entusiastas que buscan tomarse una foto con él.
Exposición
- “Tim Burton. El Laberinto”
- A partir del 26 de junio
- Lienzo Charro
- Av. Constituyentes 500, Ciudad de México
“El cine de superhéroes se ha vuelto otra especie de género, y puedes hacer muchas cosas con él, pero no me veo (volviendo) en este momento”. Tim Burton, director de cine.
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