¿Tienes un jefe de “terror”? 9 de cada 10 trabajadores dicen que sí

Las historias de terror no sólo están en las películas, también se viven en las oficinas, donde los jefes pueden convertirse los principales protagonistas. De acuerdo con el termómetro laboral de OCC, 9 de cada 10 colaboradores han haber tenido experiencias de “terror” con sus superiores.
Al preguntarles qué comportamientos generan esas vivencias negativas, 35% de los encuestados señaló haber recibido faltas de respeto, lo que refleja un ambiente laboral tóxico y poco empático. Además, tres de cada diez trabajadores mencionaron el favoritismo como una de las principales causas de frustración, al notar que sus jefes muestran preferencias hacia ciertos compañeros.
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Este tipo de conductas pueden deteriorar la cultura organizacional. Según explica la consultora Wildgoose, las relaciones de amistad en el trabajo generan que las personas se sientan más felices, productivos y creativos, pero cuando hay una relación de subordinación y la amistad se rebasa, el favoritismo debilita la autoridad y desmotiva al resto del equipo.
En esos casos, algunos empleados pueden recibir un trato preferencial o evadir responsabilidades, mientras otros cargan con un exceso de tareas o falta de reconocimiento
De hecho, OCC detalla que 27% de los encuestados terminó renunciando a su empleo ante este ambiente toxico y sólo 9% dijo no haber tenido nunca una experiencia negativa con sus jefes o líderes. Un estudio de Ipsos coincide con ello, puesto que 32% de los empleados renuncia si no se siente valorado.
¿Qué caracteriza a un jefe de “terror”?
Como dijo el psicólogo Robert HARE, “no todos los psicópatas están en la cárcel; algunos están en la sala de juntas”. Según sus estudios, 4% de los directivos presenta rasgos psicopáticos.
De manera similar, el investigador forense Nathan Brooks identificó que 20% de los directivos carecen de empatía y utilizan la manipulación como forma de relacionarse con los otros.
Un “jefe de terror” suele caracterizarse por control excesivo, manipulación, falta de ética, arrogancia y escasa autocrítica. Estas actitudes pueden provocar un clima laboral hostil, limitar la creatividad y obstaculizar el crecimiento profesional de sus equipos.
Los datos de OCC confirman esta tendencia:
- 65% de los empleados considera que la arrogancia y el abuso de poder son los principales rasgos de un jefe tóxico.
- 17% señaló la gestión excesiva o micromanagement.
- 9% indicó la incapacidad para tomar decisiones.
- 9% dijo la falta de ética profesional.
“Contar con líderes capaces de inspirar, escuchar y guiar a sus equipos se ha convertido en un factor esencial para el éxito organizacional. Fomentar un liderazgo positivo y canales de comunicación abiertos no solo evita historias de terror en la oficina, previene conflictos o rotación, sino que también fortalece la confianza, la productividad y el bienestar de los colaboradores”, finaliza OCC.