Tecnología con propósito: Cultura digital para enfrentar el calentamiento global

Ante la creciente implementación de herramientas habilitadas por la inteligencia artificial generativa (IAGen), es fundamental incluir en los planes de capacitación del personal tanto cursos sobre competencias técnicas como también los relacionados con la generación de una conciencia adecuada para su uso y eventual impacto en el medioambiente.

En este contexto, cada 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, instaurado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ante las crecientes preocupaciones por el impacto negativo del calentamiento global y sus efectos en la vida diaria y laboral de las personas. Asimismo, en 2025 entraron en vigor las Normas de Información de Sostenibilidad (NIS) en México, las cuales buscan promover una mayor transparencia con respecto a la sostenibilidad de las operaciones de las empresas, revelando información sobre indicadores cualitativos y cuantitativos relacionados con su desempeño ambiental, social y de gobierno corporativo (ASG).

Sin embargo, a pesar de esta nueva normativa, las menciones en medios y el propio sentido común que de manera conjunta la sociedad, las empresas y su fuerza laboral deben accionar para responsabilizarse sobre sus comportamientos en beneficio de un entorno sostenible y rentable, aún no se considera de manera sistemática ni obligatoria la capacitación que diseña el área de Recursos Humanos para el talento, no obstante la acelerada automatización de procesos y la incorporación de tecnologías como la IAGen en las compañías.

La cultura digital y, por ende, los hábitos de uso y consumo, desempeñan un papel clave en esta transición, considerando que los usuarios son quienes realizan consultas a la IAGen, lo que genera una gran cantidad de datos en medios electrónicos que requieren recursos no renovables para su funcionamiento. Es decir, esta huella digital, al igual que la de carbono, tiene un impacto ambiental y un costo financiero.

El uso de chatbots para consultas, la mensajería instantánea, e incluso el correo electrónico generan datos que se almacenan en servidores conocidos como “la nube”, los cuales requieren grandes volúmenes de agua para su enfriamiento y buen desempeño. Por ello, es necesario fomentar un uso consciente de la tecnología, tal como en su momento se empezó a reflexionar sobre la impresión innecesaria en papel.

De la misma forma, los prompts, correos, chats, archivos multimedia y publicaciones en redes sociales, entre otros, contribuyen al calentamiento global, lo que genera un impacto negativo cada vez mayor en el medioambiente.

Dadas las circunstancias actuales, vale la pena plantearse algunas preguntas enfocadas a modificar algunos comportamientos, tanto en la vida personal como laboral:

  • ¿Los correos o consultas que se generan tienen un propósito u objetivo definido que justifique el uso de recursos?
  • ¿Existe una razón para generar un comando o prompt que solicite respuestas con una extensión de varias páginas o caracteres que serán almacenados en la nube?
  • ¿La redacción de mensajes instantáneos o generación de reacciones, así como el uso de gifs, capturas de pantalla, audios o videos son indiscriminados, o tienen una justificación?
  • ¿Las fotos y videos, generados o no con IAGen, que se almacenan en la nube son realmente necesarios? ¿Se evita la duplicidad de archivos?
  • ¿Las publicaciones y comentarios en redes sociales realmente aportan valor y son útiles?

La cultura dice mucho tanto de las empresas como de las personas y, en esta era digital, será indispensable mantener prácticas que favorezcan el cuidado del medioambiente para evitar consecuencias negativas e incluso catastróficas que repercutan en problemas sociales, como condiciones de trabajo desfavorables, o ambientales, como el incremento en la temperatura global o la escasez de agua en general.

En este sentido, algunos sectores y regiones que generan empleos están siendo afectados por riesgos operativos que amenazan la continuidad de los negocios por las inversiones en infraestructura que deben hacer o el alza en los precios de insumos, cuyo suministro podría verse interrumpido de no contar con los recursos necesarios a causa del cambio climático, o bien, la migración de plantas productivas a otras ubicaciones que presenten menos afectaciones.

En conclusión, la función de Recursos Humanos debe apoyar en la capacitación urgente del personal para prevenir que la falta de una cultura digital y conciencia ambiental aceleren su impacto en el medioambiente y, por ende, en las condiciones laborales y fuentes de empleo.

Las acciones y cambios en los comportamientos, aunque concretos, son de bajo costo y con un alto impacto positivo en los resultados en conjunto, por lo que, quienes lideran las organizaciones desempeñan un papel fundamental y trascendente en este cambio cultural, pues deben liderar con el ejemplo y mostrar un verdadero compromiso con la definición de planes, políticas y lineamientos de trabajo que promuevan el uso apropiado y racional de la tecnología.

¿Qué acciones ha emprendido su empresa para disminuir el impacto en el cambio climático y buscar que su personal tenga un papel activo y positivo ante la emergencia climática que se vive actualmente?

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