Té de cáscara de cacao: la bebida con la que puedes reemplazar al café

En el corazón de México y otras zonas cacaoteras de América Latina, existe una bebida milenaria que estuvo a punto de desaparecer entre plantaciones industriales y hábitos modernos: el té de cáscara de cacao, también llamado infusión de cacao o té de cacao. A diferencia del chocolate en barra, esta bebida se elabora con la cáscara seca del grano de cacao —un subproducto lleno de antioxidantes, sabor y cultura— y se bebe como un té ligero, sin leche ni endulzantes.
En tiempos donde buscamos reducir el consumo de cafeína y optar por opciones más naturales, el té de cáscara de cacao resurge con fuerza: tiene teobromina, un alcaloide estimulante más gentil que la cafeína; es rico en magnesio, hierro y antioxidantes, y su sabor es una delicia para quienes aman el chocolate, pero no quieren calorías vacías ni picos de energía artificiales.
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Una bebida con raíces profundas
Los antiguos pueblos mesoamericanos, como los olmecas, mayas y mexicas, ya conocían los usos de la cáscara del cacao. Aunque la bebida más común era el xocolatl, hecha con el grano molido, también aprovechaban la cáscara seca en infusiones ligeras y rituales de purificación. Hoy, pequeños productores mexicanos están recuperando esa tradición, dándole valor a un insumo que antes se desechaba y que ahora es símbolo de sustentabilidad y comercio justo.
¿A qué sabe el té de cáscara de cacao?
Su perfil es sutil pero profundo: recuerda al chocolate amargo, con notas terrosas, un toque floral y un retrogusto ligeramente dulce. No es empalagoso, no contiene azúcar y se puede disfrutar caliente o frío, solo o combinado con especias como canela, vainilla, cardamomo o chile seco.
¿Por qué puede reemplazar al café?
- Contiene teobromina, que estimula el sistema nervioso sin provocar ansiedad o insomnio.
- Es más suave para el estómago, ideal para personas sensibles a la acidez del café.
- Tiene beneficios cardiovasculares, antioxidantes y antiinflamatorios.
- Aporta magnesio, hierro y zinc, minerales esenciales que el café no tiene.
- No mancha los dientes y no causa dependencia.