¿Te cayó una lanita? Tips para usar un ingreso inesperado con inteligencia

¿Te cayó una lanita? Tips para usar un ingreso inesperado con inteligencia

¿A quién no le gustaría recibir un dinerito extra? Ya sea porque participas en una tanda, te dan un bono en el trabajo, un conocido te paga una deuda que ya se te había olvidado o encuentras un billete de 500 en tu bolsillo, administrar un extra que no esperabas no siempre es fácil

Lo que en la mayoría de escenarios puede sentirse como una bendición y aliviar alguna necesidad económica, si lo usas de mala manera puede terminar representando más deudas o simplemente un malgasto que no ayudó en nada en las finanzas personales.

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Cómo decidir qué hacer con un dinero extra

No existe una regla única sobre cómo gastar el dinero adicional, pero sí hay recomendaciones de expertos que ayudan a tomar mejores decisiones. María José Codesal, coach de finanzas personales, aconseja primero valorar si se trata de una cantidad pequeña o significativa. Con base en eso, puedes decidir si destinarlo a un “gustito”, al ahorro o a cubrir compromisos financieros.

“Ese dinero puede permitirnos disfrutar sin preocuparnos demasiado si hablamos de montos pequeños, pero cuando la cantidad es importante, lo primero que debemos pensar es: ¿cuál será la manera más inteligente de utilizarlo?”, comentó Codesal.

Entre las prioridades posibles están: pagar deudas, cumplir compromisos financieros o incluso sembrar una inversión. No obstante, no es necesario enfocarse en un solo objetivo. “Puedes dividirlo en porcentajes, por ejemplo: 50% ahorrarlo y 50% gastarlo, o la distribución que a ti te funcione”, añadió.

Cómo evitar la ansiedad por gastar

La impulsividad es común cuando se recibe dinero que no se esperaba. Para evitarla, Codesal recomienda separar este ingreso del presupuesto habitual y crear apartados en aplicaciones bancarias que faciliten el control.

“Si recibes dinero extra junto con tu ingreso, divídelos y respeta tu presupuesto mensual para no poner en riesgo el pago de cosas fundamentales”, señaló. Escribir en qué se usará ese dinero también ayuda a cumplir los objetivos sin caer en gastos innecesarios.

¿Y si el dinero no es tuyo?

Otra situación es resguardar dinero ajeno, como una colecta o fondos familiares. En estos casos, Codesal advierte que jamás debe percibirse como un ingreso propio. “Pensar que luego se repondrá es peligrosísimo”, indicó.

Para reducir riesgos, sugiere transferirlo a una cuenta poco usada, invertirlo en instrumentos de bajo riesgo como Cetes o depósitos bancarios con vencimiento cercano a la fecha en que se ocupará, o, si es efectivo, guardarlo en un lugar poco accesible, como una caja fuerte o un espacio fuera de la vista.

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