Takaichi asume, pero la equidad esperará
Tokio, Japón. Por primera vez en su historia, Japón tiene a una mujer al frente del gobierno. Sin embargo, la llegada de Sanae Takaichi al cargo de primera ministra es vista más como una victoria simbólica que como un cambio real en las estructuras sociales que limitan la participación femenina en la política del país.
En entrevistas con la AFP, tres políticas locales describieron los obstáculos que enfrentan en un entorno aún dominado por hombres y marcado por rígidos roles de género.
Makoto Sasaki, de 28 años, concejala en la ciudad de Miyako, recuerda que cuando se postuló por primera vez, le sugirieron formar una familia en lugar de dedicarse a la política. Hoy, solo tres de los 22 miembros del concejo son mujeres.
“Mientras no abordemos las estructuras sociales, como la brecha de género, la distribución de las tareas domésticas, el trabajo de cuidados”, el número de mujeres en la política “no aumentará”, advirtió.
En Japón, los roles de género permanecen rígidamente arraigados. Se espera que las mujeres se ocupen del hogar y la familia, incluso cuando trabajan. Están ampliamente subrepresentadas en la política y los negocios.
Aunque Takaichi prometió un gabinete con “proporción escandinava” de mujeres, finalmente solo nombró a dos. Admiradora de Margaret Thatcher y de línea conservadora, la mandataria ha mostrado poco interés en promover políticas de igualdad de género.
Escepticismo
En Toma, Chihiro Igarashi, madre de dos hijos y una de las dos concejalas locales, reconoce que vive “constantemente preocupada” por equilibrar su trabajo y la vida familiar.
“La idea de que son las madres que deben acudir en caso de emergencia está profundamente arraigada”, explica Igarashi.
Según cifras, las madres japonesas dedican más de siete horas diarias al cuidado y las tareas domésticas, frente a menos de dos de los padres.
Cerca de Tokio, en Atsugi, Erika Tsumori, madre soltera y política local, dice que aún enfrenta prejuicios por su situación familiar y su apariencia. “Me dijeron que no era una candidata digna porque llevaba pendientes largos”, contó.
En Nara, ciudad natal de Takaichi, algunos esperaban que ella abriera “nuevas perspectivas” para las mujeres en política.
Japón ocupa el puesto 118 de 148 en el Índice Global de Brecha de Género 2025 del Foro Económico Mundial. En la Cámara Baja, solo 15% de los legisladores son mujeres.
Mientras tanto, la primera ministra se prepara para recibir al presidente estadounidense Donald Trump en Tokio, en una reunión en la que se espera que Washington presione a Japón para frenar las importaciones de energía rusa y aumentar su gasto en defensa.
