Subibaja
Es notable como los mercados rebotaron después de la caída de abril, resultante de la imposición y retroceso de los aranceles por la Casa Blanca y por la guerra en el Medio Oriente. La última cúspide del índice S&P 500 fue el 19 de febrero, con las “7 Magníficas” tecnológicas -Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla- primero hundiéndose y luego jalando, el viernes pasado, al S&P 500 y al Nasdaq a una nueva cúspide. Hasta los precios del petróleo bajaron, después del cese del fuego entre Irán e Israel.
El hecho es que los datos sobre el panorama económico aún no registran los efectos esperados de los aranceles, lo cual justifica la postura de “esperar y mirar” adoptada por el banco central. Por ejemplo, en mayo la inflación aumentó levemente, medida por el Indice de Precios al Consumidor trepó 0.1% y 2.3% desde el año pasado.
Por ende, es prematuro derivar conclusiones de lo que en rigor es una calma relativa, porque la pausa decretada en la imposición de aranceles expira la semana entrante. Además, el 3 de junio fueron aprobados nuevos aranceles contra las importaciones de acero y aluminio, incluyendo contra los productos derivados. Como sea, los aranceles de Estados Unidos ya aumentaron a un promedio estimado de 18%, desde 2.4% el año pasado, nivel que no se veía desde la Gran Depresión de la década de los años treinta. Asimismo, ominosamente, los consumidores han comenzado a replegarse.
*El autor es nalista y consultor internacional, ex-director de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, UNIVISION, TELEMUNDO y otros medios.