Starmer se enfrenta a una creciente rebelión de diputados laboristas por su política migratoria
La cuestión migratoria, que todas las encuestas del Reino Unido señalan ya como la principal preocupación de sus ciudadanos, ha comenzado a provocar grietas internas en la izquierda británica. De momento, son mayoría los diputados laboristas que hoy respaldan la vuelta de tuerca anunciada por la ministra del Interior, Shabana Mahmood, que pretende endurecer con graves condiciones el acceso al derecho de asilo. Porque tienen miedo de que Reform, el partido de extrema derecha que lidera Nigel Farage, acabe arrebatándoles el escaño en cada una de sus circunscripciones. Pero en apenas unos días ha crecido también el número de rebeldes en el partido y el grupo parlamentario ―algunos de ellos de naturaleza moderada―, que han utilizado palabras de grueso calibre como “repugnante”, “injusta”, “racista” y “cruel” para referirse a la nueva estrategia del Gobierno de Keir Starmer.
