Sostenibilidad, el tiempo se nos acaba

Recientemente asistí a un foro sobre sostenibilidad donde uno de los expositores mencionó que en el periodo de su vida se han extinguido más del 70% del total de las especies del planeta. Dicha mención captó mi atención y me dejó impactada.

Aunque es difícil determinar el número exacto de extinciones en los últimos 50 años, es claro que el mundo vive una crisis de biodiversidad impulsada por las actividades humanas. Desde la revolución industrial el hemisferio norte se ha beneficiado en gran medida de los recursos del hemisferio sur, el cual posee la mayor parte de las riquezas naturales, sin embargo, en el esfuerzo por conservar la diversidad biológica y preservar la calidad de vida de nuestra propia especie, todas las naciones deben trabajar alineadas y con sentido de urgencia, ya que estamos a la mitad del camino de varios de los compromisos de Sostenibilidad establecidos en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP).

Tanto en Glasgow, Reino Unido, en 2021 (COP26) como en Bakú, Azerbaiyán, en 2024 (COP29) se establecieron metas ambiciosas como la reducción del 45% de emisiones de carbono y un incremento en el financiamiento climático de 300 mil millones de dólares por año, para los países en desarrollo hacia el 2035. La próxima Conferencia (COP30) se llevará a cabo en Brasil a finales de 2025 con signos de alerta, porque mientras algunos países avanzan en sus compromisos, otras naciones de alto impacto como Estados Unidos dan pasos en sentido contrario, como su salida del acuerdo de París (tratado sobre cambio climático adoptado en 2015) y la reciente revocación de la tarifa sobre las emisiones de metano, al igual que la supervisión de las perforaciones en alta mar, según el Informe de Inteligencia Climática de APCO.

Las empresas y los gobiernos deben cuestionarse entre una visión de sostenibilidad a largo plazo vs. la destrucción a corto plazo, porque la naturaleza no puede segregarse acorde a las diferentes perspectivas de cada nación, tenemos un solo planeta y de él dependemos todos. Por ello, las compañías requieren trabajar de manera consciente y colaborativa con los gobiernos de sus países para el avance y cumplimiento de las metas de manera inmediata.

La inteligencia artificial representa un reto dado el alto consumo de energía, pero sin duda es también una oportunidad para optimizar este camino donde dos de los principales desafíos son:

El financiamiento climático. En la COP26 se estipuló el requerimiento de 1.3 trillones de dólares anuales, pero ahora se necesitan de 5 a 7.5 trillones de dólares por año, lo que representa aprox. el 7% del GDP Global. Adicionalmente, dichos recursos compiten contra el presupuesto global de defensa y gasto militar, por lo que la humanidad debe decidir en qué vamos a invertir el dinero, en salvar al planeta o en destruirlo.

La justicia climática. Alrededor de 700 millones de personas no tienen acceso a energía y la demanda se incrementa rápidamente. La energía solar está tomando tracción en América Latina liderada por Brasil, Chile y posteriormente México, aunque el reto es que la temperatura sigue incrementándose. Las oportunidades están ahí, pero requerimos una alineación entre industria pública y privada con respecto a ahorros energéticos y fuentes alternativas de energía, al mismo tiempo que necesitamos educar a la población como consumidores conscientes de un reto común: la falta de infraestructura e insuficiencia energética.

En toda esta problemática México tiene mucho por hacer. Las normas de información de sostenibilidad, NIS, entraron en vigor en enero de 2025 y serán obligatorias para las empresas sujetas a normas de información financiera, NIF, lo cual las posiciona en la necesidad de contar con un equipo de cumplimiento de ASG (Ambiental, Social y Gobernanza) y un plan de comunicación que informe a todas las partes interesadas. Asimismo, esta es una oportunidad para que las empresas mexicanas se posicionen como líderes sustentables mejorando así su reputación, competitividad y aceptación en los mercados internacionales. Hoy la pregunta es saber si estamos trabajando en iniciativas ASG por convicción o por conveniencia, en un contexto donde las compañías y sus líderes deben establecer estrategias claras con objetivos ligados a incentivos y sistemas de medición.

En conclusión:

  1. Al consumidor definitivamente le interesan estos temas y hay un premio para los productos que priorizan los atributos sostenibles a la par de la calidad y el precio.
  2. Ahora más que nunca se requiere de un verdadero Liderazgo Transformacional, con líderes que prioricen el largo plazo vs. el corto plazo, lo relevante sobre lo urgente, y que mantengan un enfoque con visión humana.

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