Sólo dos de 100 llega a ser parte del 20% más rico

La mitad de las personas que nacen en el 20% más pobre de los hogares no logran superar esa condición en la edad adulta, dio a conocer el “Informe de Movilidad Social en México 2025” elaborado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), con base en la Encuesta ESRU de Movilidad Social 2023 (esru-emovi).

En el mencionado trabajo, se detalló que sólo 2 de cada 100 personas consiguen ascender hasta el 20% más alto de la escalera económica. Esta permanencia es más alta entre las mujeres y se agrava si se consideran factores como tono de piel oscuro o pertenencia a pueblos indígenas.

Mientras que, en términos educativos, el estudio revela que sólo el 9% de quienes tienen padres con escolaridad de primaria o menos logran acceder a estudios profesionales, mientras que entre quienes provienen de hogares con padres profesionistas, el porcentaje se eleva a 63%.

Otro de los hallazgos fue que el 48% de la desigualdad económica en el país se explica por la desigualdad de oportunidades, colocando a México entre los 10 países con mayor desigualdad de este tipo a nivel internacional.

El lugar de nacimiento también pesa: en el sur del país, el 64% de quienes nacen en pobreza se quedan atrapados en esa condición, mientras que en el norte el porcentaje es del 37 por ciento.

Además, se detalló que la educación, que históricamente se ha considerado una vía de ascenso social, no logra revertir esta tendencia. Solo uno de cada 10 hijos de padres con nivel educativo de primaria o menos logra alcanzar estudios profesionales. En contraste, quienes nacen en hogares donde los padres cursaron educación superior tienen siete veces más probabilidades de llegar a ese mismo nivel académico. Además, tres de cada cuatro personas con padres con baja escolaridad no superan el promedio educativo nacional, que actualmente equivale a secundaria completa.

Por otro lado, se informó que, a pesar de una reducción general en la pobreza por ingresos entre 2017 y 2023 —del 48% al 41%— la persistencia intergeneracional de la pobreza sólo disminuyó del 72% al 65%, lo que sugiere que la mejora no ha sido suficiente para romper el ciclo de desventaja heredada. En el caso de la pobreza extrema, la persistencia bajó del 39% al 33% a nivel nacional, aunque regiones como el centro experimentaron incluso un aumento.

“El hecho de que los recursos económicos del hogar de origen de las personas determinen más de la mitad de la desigualdad de oportunidades nos habla de una ausencia importante del estado mexicano en la oferta de servicios públicos de calidad, lo cual hace que los hogares tengan que resolver sus decisiones de inversión y resolución de situaciones adversas desde un ámbito netamente privado”, mencionó Luis Monroy-Gómez-Franco, coautor del informe.

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