Síndrome de Fatiga Crónica: qué es, síntomas e importancia de buscar atención oportuna

El pasado 8 de agosto se conmemoró el Día de la Encefalomielitis Miálgica Severa (EMS), también conocida como Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), con el objetivo de visibilizar esta enfermedad neurológica crónica y debilitante que afecta a millones de personas en el mundo.
Se caracteriza por una fatiga extrema y persistente que no mejora con el descanso y puede empeorar con la actividad física o mental, fenómeno conocido como malestar post-esfuerzo.
Además de la fatiga, quienes la padecen pueden experimentar dolor muscular y articular, problemas cognitivos, sueño no reparador, mareos al ponerse de pie, así como sensibilidad a la luz, al sonido, a olores y medicamentos.
Estos síntomas, que pueden fluctuar o agravarse con el tiempo, limitan de forma drástica la capacidad para realizar actividades cotidianas.
Retos en el diagnóstico y la comprensión médica
La EMS/SFC es una enfermedad real y física, pero su reconocimiento sigue siendo un desafío. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Edimburgo, la ausencia de biomarcadores específicos y la diversidad de síntomas provoca que, con frecuencia, se subestime o confunda con otros padecimientos.
El reciente estudio internacional identificó ocho regiones genéticas asociadas a la enfermedad, relacionadas con funciones del sistema inmune y nervioso, aportando evidencia robusta sobre su base biológica y reduciendo el estigma que enfrentan los pacientes.
Aunque aún no existe cura, el hallazgo de estos factores genéticos abre la puerta a posibles tratamientos y diagnósticos más precisos.
La investigación también muestra que la enfermedad afecta principalmente a mujeres y que, en la mayoría de los casos, se desencadena tras una infección viral o bacteriana.
Atención integral y multidisciplinaria
En México, instituciones como el ISSSTE ofrecen tratamientos con un enfoque integral que combina la atención de especialistas en medicina interna, neurología, psiquiatría, reumatología e inmunología.
Este abordaje incluye rehabilitación física adaptada, terapias cognitivas, apoyo psicológico y, cuando es necesario, tratamiento farmacológico. También se brinda orientación a familiares para mejorar el manejo del padecimiento y disminuir el estigma.
La psicóloga Sharon Anahí Paredes Chávez, de la Coordinación Nacional de Salud Mental y Atención Paliativa del ISSSTE, subraya que el SFC no es “simple cansancio”, sino una enfermedad crónica que impacta de manera impredecible múltiples sistemas del cuerpo.
Destaca que conmemorar esta fecha es una oportunidad para impulsar la investigación, mejorar el diagnóstico temprano y sensibilizar tanto a la sociedad como al personal de salud.
Un llamado a la conciencia
La EMS/SFC no solo implica síntomas físicos, sino también consecuencias sociales y emocionales profundas. La conmemoración del 8 de agosto busca fomentar la solidaridad con quienes viven con esta enfermedad y fortalecer los esfuerzos para que reciban una atención digna, humana y basada en evidencia científica.