Sin justicia laboral
Y hablando de la justicia en el tema laboral ha dejado mucho que desear. Qué pasa con los jueces en el estado de Nuevo León, que encabeza Samuel Alejandro García; con las autoridades de la STPS, bajo la dirección de Marath Baruch Bolaños.
En el caso de Karla Castro sigue sin haber justicia laboral, de género y mucho menos humanitaria pese a que se trata de una empresa de origen Alemán, hablamos de Siemens México que encabeza la Siderúrgica Ternium.
No se trata de cualquier compañía, de ahí que no se entiende el proceder de esta empresa donde se supone que las reglas laborales son más que estrictas. Siemens ha encontrado todos los recovecos para llevar dicha demanda a 8 años, y más aún, el juez del caso simplemente dice no conocer del tema.
El juez Primero de Juicio Civil Oral de Monterrey, Nuevo León, Eric Alejandro Arenas Guzmán después de ocho años dice No Conocer el caso de Karla Castro Ruiz en contra de la firma Ternium, bajo la dirección de Máximo Vedoya y Siemens, que comanda Alejandro Preinflak.
De ahí que se ha solicitado la remoción de juez por retrasar ocho años la justicia para Karla Castro.
El juez Éric Alejandro Arenas Guzmán nuevamente atrasó por un mes la audiencia preliminar que debió realizarse el pasado viernes, bajo el pretexto de que no conoce el caso a fondo.
Las maniobras dilatorias que el juez Arenas Guzmán ha realizado durante todo este tiempo en contubernio con los patrones acusados están documentadas y van desde la desestimación de caso para alargarlo en las apelaciones y amparos hasta hacer perdidiza una notificación determinante en la paquetería de DHL.
Lo peor es que al parecer nadie le pone un alto a la firma y hace que asuma su responsabilidad.
No se trata de hacer caso omiso o no paso nada. Se trata de una profesionista que el 13 de junio de 2017 trabajando en la planta guerrero, ubicada en Nuevo León, resbaló con hierro de reducción el cual al entrar directamente con polvo HRD hace una reacción con el oxígeno, generándole a Karla quemaduras que le llevaron a estar en cama por un año.
Karla portaba el uniforme requerido, pero el polvo traspaso el uniforme y equipo de seguridad, sin embargo, el polvo aún así entro a sus piernas, generándole quemaduras de tercer grado.
Fue trasladada a la Clínica Nova, misma que no contaba con unidad de quemados, y al paso de una hora fue trasladada al hospital de San José. Donde comenzó el calvario de lo que fueron nueve operaciones, un año sin moverse y asumiendo las cuentas millonarias de medicamentos y hospitales, falta de empleo y, además, costos de abogados que puedan hacer frente a empresas alemanas.
Pero como si fuera poco, fue despedida de la empresa, que no se ha hecho, desde entonces, responsable de este tipo de accidentes que tienen sus empleados.