Sí habrá Acuerdo Global con la UE
Para nosotros México es estratégico; hay 10 países prioritarios desde el punto de vista de la estrategia de la Unión Europea (UE), y uno de ellos es México, comenta la vicepresidenta primera y comisaria de Competencia de la Comisión Europea, Teresa Ribera, en entrevista con El Economista.
La presidenta de la UE Ursula von der Leyen celebró el 17 de enero la culminación de la negociación del Acuerdo Global con México, pero la presidenta Scheinbaum dijo, un día después, que no había concluido. ¿Ya está cerrada la negociación?
Yo creo que lo más importante son los contenidos, hay un acuerdo. Queda una fase de tramitación que lleva su tiempo, es burocrática y aburrida.
Es probable que la presidenta de México dijera que no está cerrada la negociación para no darle a Donald Trump elementos de enojo, aunque no se entiende que haya contradicho a la presidenta Von der Leyen.
Yo no haría esa lectura. Aquí hay que hablar con mucha prudencia y mucho respeto porque no conozco la realidad mexicana al detalle, pero desde fuera es que ella (Sheinbaum) ha reaccionado de una manera firme, pero tranquila y fría, e intentando poner en valor la relación muy estrecha que existe entre Estados Unidos y México. Sí creo que obviamente que la presidenta entiende que la relación entre Estados Unidos y México es mucho más estrecha, mucho más integrada y mucho más compleja desde el punto de vista institucional y personal que la que puede existir con otros países.
El vicepresidente de Estados Unidos JD Vance comentó en Múnich que el enemigo de la UE no hay que buscarlo en el exterior, sino adentro, particularmente habló de presiones en contra de la libertad de expresión y de descontrol de la migración. ¿Qué opina al respecto?
Fue una intervención desafortunada. Si refleja un posicionamiento político del gobierno de EU sería carente de respeto y desafortunado. No es algo que quepa esperar ni desde el punto de vista político ni desde el punto de vista de respeto personal e institucional.
Lo que es cierto es que la visión arancelaria del presidente Trump incentiva a la UE a acercarse más a China.
No lo veo así. La UE tiene su propia dinámica. Somos un proyecto político complejo, integrador de realidades nacionales diferentes, pero satisfecho de construir unidad, y nos sentimos soberanos en los procesos de decisión doméstica y en los procesos de decisión con relación a terceros países en la agenda internacional.
Es China la que enarbola el libre comercio y a Estados Unidos no le interesa la OMC.
China es un país muy importante con una capacidad económica muy notable, con una participación creciente en la agenda multilateral, con muchos desafíos internos y externos, y yo creo que nos hace ver que tenemos que tener una relación dura y exigente en algunos campos y de escucha y diálogo en otros.
Les cuesta más caro a empresas alemanas producir coches eléctricos que a China. Usted, desde la vicepresidencia de la Comisión Europea busca mejorar la productividad entre los miembros, sin embrago, el componente geopolítico y arancelario con China no les permitiría ganar productividad.
Recuerdo que en el año 2010 China dijo que quería ser los primeros productores de bienes de equipo verdes en los mercados mundiales y la verdad es que el salto cualitativo que ha dado en la movilidad eléctrica china, es espectacular. Eso significa que nos lleva 15 años de ventaja a los demás. Tendremos que acompañar a nuestra industria del automóvil para poder activar un proceso de transformación que cada vez más nos permita pensar en movilidad limpia y eficiente. Eso no se va a hacer de la noche a la mañana, requiere un esfuerzo. Hay otro debate en relación con China, es saber hasta qué punto puede haber un subsidio a la producción que acabe generando precios que no son transparentes respecto al costo real y por lo tanto compiten en desigualdad de condiciones con respecto a productores locales.