¿Sabes qué es el burnout? conoce esta epidemia silenciosa

Anteriormente, al burnout se le consideraba un simple “cansancio laboral” pero, en la actualidad, se reconoce como una condición clínica que puede tener repercusiones graves en la salud física, emocional y social de aquellas personas que la han desarrollado, señala la Dra. Mayra Cecilia Martínez Mallén, psiquiatra, psicoterapeuta cognitivo conductual y maestra en mindfulness del Centro Médico ABC.

Diferencia el burnout del “estrés común”

El burnout se define como un estado de agotamiento físico, mental y emocional que está directamente relacionado con el entorno laboral; a diferencia del estrés que puede tener múltiples causas como situaciones familiares, económicas o personales. 

En el CIE-11, que es un sistema desarrollado por la Organización Mundial de la Salud para clasificar enfermedades y problemas de salud, se indica que existen tres síntomas claves del burnout:

• Cansancio extremo y persistente: una sensación constante de agotamiento que no mejora con el descanso.
• Desapego mental del trabajo: el empleado empieza a desarrollar una actitud negativa o cínica hacia su labor.
• Disminución de la eficacia profesional: la persona se siente menos competente o motivada.

Además de estos síntomas, el burnout se acompaña con frecuencia de otras manifestaciones físicas como dolores musculares, problemas gastrointestinales, dolor de cabeza y alteraciones en el sueño; mientras que en el área emocional puede presentarse irritabilidad, indiferencia o llanto fácil. 

Una característica particular de esto, es que en muchos casos las señales pueden llegar a confundirse con trastornos de ansiedad o con cuadros depresivos, por lo cual es crucial recibir atención profesional para identificar su origen y recibir un tratamiento adecuado.

Un dato relevante sobre el desarrollo de burnout, indica la Dra. Martínez, es que lo pueden presentar tanto hombres como mujeres, aunque estas últimas tienden a buscar ayuda profesional con mayor frecuencia, por lo cual se trata con mayor anticipación. Por otra parte, aunque el perfil más común suele darse entre los 25 a 40 años, etapa laboral; la realidad es que cualquier persona con un trabajo estresante lo puede desarrollar, esto es especialmente frecuente en personal de salud, docentes y otros profesionales que suelen estar en contacto constante con otras personas o clientes.

Cómo saber si estás viviendo se una situación de burnout

Identificar el burnout a tiempo es crucial para evitar consecuencias mayores, ante esto, es importante conocer las señales tempranas que pueden alertar sobre el posible desarrollo de este síndrome:

• Sentir que se trata de descansar, pero nunca es suficiente.
• Perder el entusiasmo por ir al trabajo o realizar las labores.
• Estar irritable o impaciente de manera frecuente.
• Contar las horas para terminar cada jornada laboral o esperar con ansia las vacaciones.
• Presentar dificultad al momento de concentrarse o para tomar decisiones.

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La Dra. Martínez comenta que es normal presentar una o varias de estas señales en algún momento de nuestra vida, pero si estas señales se mantienen por semanas o meses es un buen momento para buscar ayuda profesional. 

Para llegar al diagnóstico se debe de acudir con un profesional de la salud, que puede ser un psicólogo o un psiquiatra, quien, mediante una valoración clínica, podrá identificar si la fuente principal del malestar está relacionada con el ámbito laboral o debido a cualquier otra patología, como la depresión o ansiedad.

En muchas ocasiones, el burnout es resultado de cargas laborales excesivas, de jefes muy demandantes, por la ausencia de pausas activas o hasta por el hábito de comer en el escritorio. A esto se le suma, en los últimos años, la práctica del home office, donde las personas pueden tener mayor dificultad para poner límites claros entre su vida personal y laboral, lo cual favorece la aparición del síndrome de burnout.

Un aspecto importante al momento de hablar del burnout es que este no debe subestimarse, ya que puede derivar en otras complicaciones como aislamiento social, el abuso de sustancias, la desregulación alimentaria o la aparición de trastornos físicos crónicos que se relacionan al estrés.

Claves para el bienestar laboral

Una vez que se ha diagnosticado la presencia de burnout en una persona, se deberá tratar en función al grado de afectación, aunque en la mayoría de los casos emplear la intervención conductual es fundamental.  

Para esto, la Dra. Martínez recomienda incorporar una serie de medidas conductuales prácticas que tendrán un impacto positivo en la disminución del síndrome y en mejorar la salud de la persona.

• Practicar ejercicio de manera regular.
• Salir del entorno de trabajo para despejar la mente.
• Realizar actividades sociales o recreativas que generen placer.
• Pasar tiempo con familia o amigos, aún si es en breves espacios.
• Tener hobbies que actúen como canales de liberación del estrés.

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Es posible, en casos donde el cuadro clínico lo requiera, que se pueda valorar el uso de medicamentos para controlar síntomas ansiosos o depresivos, pero esto siempre será indicado por un médico psiquiatra. 

Otra herramienta que tiene un impacto positivo al momento de abordar el burnout es el mindfulness, técnica basada en la atención plena que permite a la persona reconectarse con el presente, identificar sus pensamientos y emociones sin juzgarse y desarrollar una mayor autocompasión y resiliencia.

Pero antes de llegar al desarrollo del síndrome de burnout, es importante promover una cultura de autocuidado y límites saludables. Esto significa, en la medida de lo posible, poner un poco de esfuerzo en reservar tiempo diario para desconectarse del trabajo, así como realizar pausas conscientes durante la jornada laboral.

También alimentarse de una manera adecuada y respetando los horarios de la comida. Establecer horarios de inicio y cierre de la jornada laboral, especialmente en aquellas personas que practican el home office.

Otra herramienta que puede ayudar es aprender a decir que no cuando se está al límite de la carga de trabajo, algo que suele ser difícil de hacer pero que conlleva un aumento en esta carga.

Por último, reconocer que no todo depende de uno y que se puede pedir ayuda es una muestra de fortaleza y no de debilidad.

La especialista enfatiza la importancia de tener una red de apoyo emocional ya sea con familiares, amigos, compañeros de confianza o hasta con grupos terapéuticos; debido a que estas redes funcionan como colchones protectores para enfrentar el desgaste emocional que todos vivimos.

Hay que recordar que el burnout no es un simple “estoy cansado del trabajo”, concluye la Dra. Martínez. Es una condición seria que requiere atención, comprensión y acompañamiento profesional. Su desarrollo está relacionado con ambientes laborales hostiles, por la falta de límites personales y por un pobre equilibrio entre la vida personal y la vida laboral.

Reconocer los síntomas, buscar ayuda a tiempo y adoptar medidas de prevención pueden marcar la diferencia entre una vida saludable y un deterioro progresivo del bienestar. El objetivo final de todo no es simplemente rendir más, sino vivir mejor.

En el Centro Neurológico del Centro Médico ABC contamos con profesionales de la salud mental que te pueden brindar apoyo antes, durante y después de haber presentado burnout laboral. ¡Acércate a nosotros!

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