Rodney Smith, un genio secreto de la fotografía surrealista

México ha sido el espejo magnético para el surrealismo. No son en vano las palabras proferidas por esenciales del movimiento surrealista como André Bretón y Salvador Dalí. En México se han gestado mitos personales, colectivos… y espectrales que no dejan de cautivar al mundo.

Las imágenes pictóricas, fotográficas y fílmicas ha sido grandes aliadas como una concreción del surrealismo, son el teseracto de esas ideas convexas y difíciles de transmitir que, a diferencia de otras expresiones, suscriben con letras estrambóticas y de oro sobre la carta compromiso de la ambigüedad.

Pero no sobre una ambigüedad absurda, aunque de vez en cuando se amarran de las greñas con la extravagancia, sino con una con profunda conciencia estética, geométrica en muchas ocasiones, y también discursiva, erótica, profesional, vehemente.

Así podría describirse el trabajo del fotógrafo neoyorquino Rodney Lewis Smith, mejor conocido como Rodney Smith (Nueva York, 1947–2016), de quien, retomando el espejo magnético que es México para el surrealismo, se exhibe la primera muestra para América Latina dedicada exclusivamente a esta figura fundamental del retrato de moda y surrealista en el mundo. La exposición lleva por nombre, no se necesitaba colocarle más: Surreal. Rodney Smith.

El culpable es el Museo Franz Mayer en contubernio con la agencia diChroma photography y la organización Estate of Rodney Smith. Juntos han hecho posible la presencia de 40 imágenes aprobadas por la mirada y obturadas por la determinación motriz de Smith al mando de su Leica M4 o tal vez de su Hasselblad 500.

Con aquellos dispositivos, el artista en cuestión logró imágenes profundamente estéticas, la gran mayoría monocromáticas, sin rostros, caprichosas en su composición simétrica; sin importar si se trata de obras citadinas o campestres, con personajes sin rostro, de espaldas, a veces inquietantes, otras tantas como maniquíes perfectos, pero también con un profundo instinto, por decir algo mucho más allá que simplemente sentido del humor.

La exposición fue inaugurada el pasado miércoles 25 de octubre y estará disponible para el público hasta el 15 de marzo de 2026.

Nuevas miradas sobre su lente

Para presentar la muestra y ofrecer detalles sobre esta primerísima vez de la obra de este genio de la lente en territorio latinoamericano, se pusieron a disposición Giovana Jaspersen, directora general del museo Franz Mayer; Leslie Smolan, directora ejecutiva del Estate of Rodney Smith, y Anne Morin, directora de DiChroma photography y curadora de la muestra.

Rodney Smith, a decir de la curadora de la muestra, “fue muy anclado, y creo que, de manera no totalmente justa, al mundo de la moda. Fue un fotógrafo que trabajó para las grandes revistas y marcas americanas. Desarrolló una firma propia, pero se quedó muy anclado en este territorio. Entonces, la propuesta que queremos hacer es inventar o crear una nueva lectura de su trabajo”.

Más adelante, Morin relató el impacto tan profundo para ella cuando visitó la biblioteca de la casa de Smith, ese momento que detonó un trabajo, prácticamente un activismo por parte de la curadora, para generar una vuelta de campana sobre la visión en la obra del fotógrafo:

“Me di cuenta de que no era un fotógrafo ni un artista sino un filósofo que puso la fotografía al servicio de sus visiones. Creó un lenguaje entre el mundo real y el mundo surreal”.

De ahí que, explicó, la exposición del Franz Mayer permite hacer un recorrido por la trayectoria completa de Smith, desde 1970, con sus pininos fotográficos, hasta los trabajos próximos a su fallecimiento en 2016.

“Las resonancias de Smith con el mundo surrealista son en particular sobre la voluntad de traspasar las evidencias. La pulsión escópica fue uno de los rasgos propios del surrealismo, precisamente la voluntad de ver más allá, pero también fue la relación al tiempo circadiano frente al tiempo divino, que se puede comprender al observar la atemporalidad de las imágenes de Smith”.

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