Repartidores bajo la lluvia: la entrega no se detiene, aunque peligre la vida
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En un día de lluvia bajo techo seguro, un pedido de delivery puede complacer un antojo y evitar la molestia de salir a la calle y mojarse. Pero para quienes llevan estos productos, el panorama es distinto, van a bordo de bicicletas o motocicletas, estos sortean charcos, baches, tráfico colapsado, visibilidad limitada y se exponen a accidentes con desenlaces muchas veces fatales. En entrevista para Expansión, Edgar Balderas, representante de Repartidores Unidos de México (RUM), relató el peligro que estos trabajadores corren al laborar en esta temporada.
Por ejemplo, en Reynosa, Tamaulipas, el pasado 8 de abril, un repartidor de Rappi perdió su motocicleta tras ser arrastrada por la corriente en una calle inundada. El video se viralizó en redes, y posteriormente se dio a conocer que la empresa le donó una nueva motocicleta. Otro caso ocurrió en Saltillo, Coahuila, el 2 de julio, cuando se reportó que un repartidor por aplicación fue arrastrado por la corriente. De acuerdo con el titular de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua) de la Ciudad de México, José Mario Esparza, junio de 2025 fue el mes más lluvioso en al menos 21 años. Pero la temporada de lluvias de este año aún no termina, se espera que, por lo menos en el Valle de México, este periodo se extienda hasta octubre o noviembre. Cuando la lluvia no es intensa, dice Balderas, él y sus compañeros suelen detener su actividad por un momento; sin embargo, cuando la lluvia se extiende desde el amanecer hasta el anochecer, como sucedió en junio, pausar no es una alternativa, pues representa días completos de pérdida de ingresos. Además del alza en la probabilidad de sufrir accidentes, la lluvia también puede dañar sus herramientas de trabajo, como los smartphones con los que se conectan a plataformas, oxidar cadenas de bicicleta o afectar el motor de su motocicleta. Si bien cada trabajador dado de alta en una aplicación cuenta con un seguro, éste es para incidentes con terceros, por lo que frente a las inundaciones están descubiertos. “Como motociclistas, a veces nos toca cruzar las calles que se hacen ríos. Hace unos años me pasó que estaba entregando un paquete y justamente en la calle donde tenía que pasar estaba completamente colapsada. Esa motocicleta se me echó a perder. Hice el reporte a la app (DiDi) de que no podía pasar pero me terminaron descontando el pedido a mí”, recordó. Para auxiliarse, los repartidores se organizan en grupos de WhatsApp, a través de los que piden ayuda en caso de algún incidente, reportan cierres o inundaciones. “Nos organizamos para cuidarnos e informarnos. Si hay compañeros que se accidentan, pues avisan en el grupo y los que estamos cerca vamos a apoyar, desde moralmente hasta económicamente”, explicó.
El incentivo no compensa el riesgo
Si bien el representante de RUM admite que las plataformas activan un incentivo por trabajar cuando llueve, muchas veces éste no compensa el riesgo. La cantidad extra que cada repartidor recibe por trabajar en estas circunstancias climáticas depende de la app y la demanda en cada zona, pero ronda entre los 50 y 100 pesos. Además, de acuerdo con Balderas, en la mayoría de las ocasiones los usuarios no retribuyen con más dinero a los repartidores si es que éstos les llevan sus pedidos cuando llueve. Expansión entrevistó a tres usuarios que recurren a servicio de delivery por lo menos una vez a la semana, dos de ellos refirieron que con o sin lluvia, suelen mantener una propina de 30 pesos por cada pedido, mientras que el tercero refirió que nunca entrega un cargo extra a los que las aplicaciones hacen de manera automática. “No doy propina porque los precios de restaurantes ya están inflados en las apps y además te cobran una tarifa por el servicio y creo que deberían ser ellos quienes incentiven a los repartidores. Eso sí, no suelo pedir cuando llueve a menos que sea urgente, no soy tan miserable”, justificó. Se estima que en 2024 había por lo menos 2.5 millones de mexicanos que generaron ingresos a través de las plataformas como Uber, DiDi, Rappi, entre otras. Pero este número podría haber aumentado este año, según el Estudio de opinión sobre plataformas digitales en México , elaborado por la consultora Buendia & Marquez. El reporte detalla que para 32% de los conductores y repartidores, las ganancias generadas a través de plataformas digitales son un complemento a sus ingresos y no una “fuente fundamental”. Pero hay otro 27% para los que las aplicaciones “son su única fuente de ingresos”. Si bien los usuarios pueden estar acostumbrados a ver a los repartidores con mochilas brandeadas, impermeables y fundas plásticas para sus celulares, Balderas aclaró que son ellos quienes pagan por todo este equipo. “Antes DiDi tenía un sistema de puntos para los repartidores, estos se iban ganando con cada entrega realizada, luego ellos hacían convocatorias para intercambiar esos puntos por artículos como impermeables, pero tiene como dos años que ésto dejó de ocurrir”, refirió Balderas. Expansión consultó a DiDi para conocer el porqué de esta decisión, pero no estuvo disponible para dar respuesta de inmediato. También preguntó a Rappi y Uber para conocer qué medidas toman para la temporada de lluvias, pero hasta el momento no dieron detalles.
Hay esperanzas
Está en marcha la prueba piloto de la Ley Federal para Trabajadores en Plataformas Digitales, un factor que, dice Balderas, trae esperanza para quienes se dedican al reparto por aplicación. Comentó que desde RUM celebran que ahora en caso de sufrir un accidente podrán acudir al seguro social para ser atendidos, tendrán acceso a la incapacidad, estarán cubiertos por el seguro de riesgos de trabajo y el de invalidez y vida. Además, el Artículo 291-K de la Ley Federal del Trabajo, capítulo IX Bis señala que las plataformas están obligadas a otorgar “materiales, insumos o herramientas necesarias para su trabajo (de los repartidores), cuando así se convenga”. Balderas apuntó que en este caso consideran viable negociar que las mochilas, fundas de celulares, impermeables y botas para lluvia se tomen como herramientas de trabajo. “La ley establece que podemos negociar cuál es ese tipo de herramientas de trabajo que la empresa podría brindar. Quedó claro que el vehículo lo vamos a poner nosotros y ellos no van a pagar una cierta cantidad por el desgaste, pero en el caso de los insumos nos toca organizarnos para llegar a un acuerdo”, comentó Balderas. De acuerdo con AlianzaIn, que agrupa a apps como DiDi, Uber y Rappi, confían en que durante la primera mitad de la prueba piloto logren ajustar los cabos que están sueldos y las mejoras necesarias para que el programa sea exitoso rumbo a 2026.
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