Remesas en efectivo sujetas a gravamen; gobierno mexicano apuesta a digitalizarlas

Remesas en efectivo sujetas a gravamen; gobierno mexicano apuesta a digitalizarlas

En una primera aproximación para entender la reforma por la que serán gravadas las remesas que envían los migrantes mexicanos desde Estados Unidos, la asesora de firmas financieras de operación mundial, Marina Olman, explicó que las remesadoras serán quienes tendrán la obligación de informar al Departamento del Tesoro de Estados Unidos sobre quien está enviando las remesas y el monto de envío.

La experta comentó, al participar en una conversación organizada por el think tank The dialoge, que en su interpretación, el gravamen se cobrará sobre las remesas enviadas en efectivo. Esto significa que, si el emisor utiliza una tarjeta de crédito o débito otorgada por una institución financiera que opere en Estados Unidos, o un mecanismo digital para el envío, esas transferencias quedarán exentas de la medida.

Destacó que estarían sujetos a este reporte al Tesoro de Estados Unidos, las remesadoras, los bancos privados, instituciones financieras, trust companies, uniones de crédito e intermediarios financieros.

Precisó que al enviar en efectivo, o bien a través de las llamadas money orders, tendrán que pagar el impuesto.

En el mismo evento, transmitido en línea, la directora ejecutiva de la Asociación de empresas de servicios monetarios de Estados unidos, Kathy Tomasofsly, destacó que incluso los ciudadanos estadounidenses, que cuentan con un permiso legal para trabajar y vivir en Estados Unidos, tendrán que completar un formulario y entregar esa información al cajero para realizar la transferencia.

Las empresas originadoras del envío en Estados Unidos tendrán que establecer un procedimiento con las autoridades para recopilar y almacenar la información, lo que puede generar preocupación por la privacidad de los datos, sobre todo si la empresa emisora es pequeña.

Se refirió en específico a las empresas que realizan unas 500 transacciones al mes, que correrían el riesgo incluso de cerrar el negocio si la nueva normativa afecta o dificulta su operación.

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Dieciocho intentos estatales

Tomasofsky precisó que el año pasado 19 estados de la Unión Americana presentaron 29 proyectos de ley diferentes para gravar remesas.

Y afirmó que en todos los casos, las instituciones financieras demostraron que su aplicación tendría consecuencias negativas en su operación, lo que desalentó a los estados de presentar de nuevo los proyectos de ley.

Actualmente sólo un estado cobra un gravamen de remesas, desde el 2009; se trata de Oklahoma donde cobran 1% sobre cada 500 dólares que se envían en forma de remesas.

Oklahoma originó 0.8% de los envíos totales de remesas a México en el primer trimestre del año en curso, con envíos por 112 millones de dólares, una cifra que contrasta con los 4,400 millones de dólares que envía California, el principal emisor de remesas a México

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El matiz del apoyo mexicano

Aparte, en México, la presidenta Claudia Sheinbaum precisó en la conferencia matutina que “más que reembolsar a quien envía en efectivo las remesas, quieren facilitarle que obtengan su tarjeta Financiera del Bienestar (Finabien)”.

“Queremos que puedan ponerlo en su tarjeta y hacer el envío desde ahí, con las reglas de Estados Unidos, obviamente”, subrayó.

Funcionarios del sistema financiero global precisaron que todas las remesas llegan a México de forma digital desde Estados Unidos. Pero poco menos de la mitad son depositadas en efectivo en alguna remesadora por un trabajador desplazado. “Lo que gravará el gobierno de Estados Unidos es el envío de la remesa”.

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