Reconocen a los pioneros de la cirugía de corazón en México

El 21 de julio de 1988, un grupo de especialistas encabezados por el doctor Rubén Argüero Sánchez llevaron a cabo, y con éxito, el primer trasplante de corazón en México y América Latina, en el Centro Médico La Raza. El primero de julio, pero de hace 25 años, el médico Valentín Herrera Alarcón realizó el primer trasplante de corazón en el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez. Estos fueron momentos trascendentales de la historia de la medicina nacional y más que una cirugía exitosa, fueron el inicio de una nueva era que abrió puertas a lo que parecía poco posible.

A 37 y 25 años de estos hechos, el Instituto Global de Comunicación y Expresión Pública, junto con la Academia Mexicana de Comunicación, en coordinación con la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizaron el evento “Latido 25: Hablemos desde el corazón”, con la finalidad de reconocer a todos los pioneros de la cirugía de corazón en México.

A nombre de los médicos reconocidos, el doctor Herrera dijo: “Hemos sido testigos de cirugías complejas, hemos formado a muchos especialistas, pero para mí la historia del trasplante va unido a historias y sentimientos (…) Al dejar el Instituto una de las cosas que más extraño es ver el corazón latir, detenerse, calentarse y volver a latir, agradezco mucho a la vida tener esta oportunidad y que haya muchos médicos que puedan hacerlo”.

Herrera Alarcón ha construido una carrera brillante como cirujano cardiovascular y es un pilar para la cirugía de trasplantes en el país. A lo largo de su carrera ha realizado más de 17 mil cirugías en pacientes adultos y pediátricos consolidándose como una figura de referencia en la especialidad. Actualmente se desempeña como secretario de Salud en Veracruz.

Un momento muy emotivo del evento fue el sentido homenaje de sus pares al doctor Rubén Argüero Sánchez, quien estuvo presente en el encuentro y además dirigió una breve charla donde, entre otras cosas, compartió la emoción, apoyado con imágenes y videos, de aquel trasplante que daría paso a otros programas en órganos como pulmón y páncreas; habló sobre el futuro en este campo, con las células madre de regeneración cardiaca mediante la técnica de siembra múltiple y no perdió la oportunidad para inspirar a los más jóvenes a seguir en este campo, donde asegura, hay que estar un poco locos y enamorados para seguir.

El trasplante avanza lento

El corazón desde siempre ha sido mencionado por artistas y pensadores, ha formado parte del imaginario colectivo y sin embargo fue hasta el siglo XVI que se empieza a tratar de forma científica. Con siglos de silencio por delante, fue hasta 1890 que se empieza a analizar el tema de trasplantes; luego en 1912 Alexis Carrel recibió el Nobel de Medicina por sus investigaciones en cirugía vascular y trasplantes; en 1957 Norman Edward Shumway hizo los primeros ejercicios de trasplante cardiaco y, finalmente, Christiaan Barnard, el 3 de diciembre de 1967, en el Hospital Groote Schuur, de Ciudad del Cabo, consolidó el trabajo. Curiosamente los médicos que se convertirían en los pioneros del trasplante en México, pudieron presenciar este hecho en sus televisores sin saber que marcaría su vida para siempre.

Pero la realidad es que el trasplante de corazón ha avanzado con lentitud. En el mundo se estima que alrededor de 64 millones de personas padecen insuficiencia cardiaca y un porcentaje importante de ellos es refractaria, es decir que no responde al tratamiento, por lo que su única oportunidad de vida será el trasplante.

En México según los datos del Centro Nacional de Trasplantes, contamos con 60 licencias sanitarias de establecimientos para llevar a cabo trasplantes de corazón, de los cuales sólo 9 reportan actividad de trasplante cardiaco, 15% del total.

Desde 1988 al día de hoy se han realizado 751 trasplantes en México y hoy hay 23 personas en espera, 12 de estas 23 están entre 1 y 19 años, sin embargo este registro no refleja una realidad, pues hay una falta de pacientes en protocolo.

Hoy tenemos una Red Institucional de Procuración de Trasplantes y órganos, pero aún persisten problemas relacionados con donación, acceso equitativo, fortalecimiento a los programas institucionales de trasplante cardiaco y la formación de especialistas.

En entrevista para El Economista, el doctor Argüero mencionó: “Hemos hecho remembranza del primer trasplante en México, yo no dudo que fue un hito y que puso un antes y un después, pero en el fondo, además del privilegio de haberlo realizado, lo que significa es que todos tenemos la oportunidad de hacer algo en beneficio de alguien, y en un futuro estoy seguro habrá otro hitos, otos avances y todos recordaremos lo que significa celebrar algo con orgullo”.

Pero, “con un poco de tristeza”, dijo, “luego de haber hecho un análisis publicado en la revista de cirugía y cirujanos de la Academia Americana de Cirugía, sobre lo ocurrido en los últimos 30 años de trasplante, lo que vemos es que México tenía una posición muy buena que fue declinando, porque se han politizado algunas cosas y no se han dado cuenta de lo que significa un avance y el entusiasmo y motivación para seguir adelante”.

Argüero Sánchez agrega que en el fondo hay mucho por hacer todavía, pero “tristemente han sustituido a quienes dirigían con convicción. Hoy ya no se han vuelto a hacer trasplantes con la velocidad que se requiere y se le quita la oportunidad de vida a muchas personas”.

Comparte que se han malentendido muchas cosas y a todo se le quiere sacar partido político, “pero no se dan cuenta de lo que significa filosófica y emocionalmente el beneficio de una persona que está perdida en insuficiencia del hígado, del pulmón, el corazón. Hay algo que todavía no entendemos y eso lo hemos tratado de hacer notar. Falta que metan dinero a las terapias intensivas, que le den el lugar a quienes se dedican a la detección del paro cardíaco, reanimación y rescate de órganos, falta que la gente piense diferente, con más visión hacia el futuro y con apoyo, porque aquí somos un grupo de tercos, pero esa no es la solución”.

Otros de los médicos reconocidos fueron: La doctora María del Sol García Ortegón, quien en 2017 se convirtió en la primera mujer en realizar un trasplante de corazón; el doctor Guillermo Careaga Reyna, hoy director del Hospital General de La Raza y quien dirigió aquel primer trasplante cardíaco realizado en el país; el doctor José Salvador Aburto Morales, quien fue director general del Centro Nacional de Trasplantes del Cenatra y quien ha coordinado más de 900 trasplantes, además de formador de especialistas; el doctor Guillermo Díaz Quiroz, quien formó parte del equipo que llevó a cabo con éxito un trasplante de corazón en una niña, procedimiento que destacó por su complejidad, relevancia y que ha protocolizado procedimientos quirúrgicos de muy alta complejidad; el doctor Alejandro Bolio Cerdán quien realizó el primer trasplante de corazón en niños en México en 2011 y el doctor Oscar Alejandro Ortega Durán, ahora responsable del programa de trasplante cardíaco en el Hospital Christus Muguerza de alta especialidad y dispositivos de asistencia ventricular.

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