Rebasar los cuatro billones, la nueva era de los titanes tecnológicos
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Hay cifras de dinero que son difíciles de imaginar. En los últimos dos años, Nvidia se disparó de 0.5 a cerca de 4 billones de dólares; tratar de imaginar esa cantidad de dinero, en un espacio físico, significa un edificio de oficinas de 60 pisos, todo lleno de billetes de 100 dólares. Pero no es la única empresa cercana a esta cifra, Apple y Microsoft están muy cerca de alcanzar una marca simbólica que hasta hace poco parecía inalcanzable. Este nuevo umbral representa un cambio estructural en el poder económico y tecnológico global.
“La implantación de la IA ha contribuido al crecimiento de los ingresos de la tecnología empresarial en general. Sin embargo, la IA no es el único factor que ha contribuido a este aumento de las ventas de las empresas tecnológicas, también se han apoyado en otras actividades empresariales”, precisó Quasar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone. Ya no se trata solo de cuántos teléfonos inteligentes se venden o cuántas licencias de software se comercializan, ahora, el valor reside en quién lidera la infraestructura y el diseño de la inteligencia artificial generativa, esa nueva columna vertebral de los negocios digitales. Nvidia es el caso más ilustrativo. Su ascenso ha sido tan vertiginoso como específico, pues capitalizó casi por completo la fiebre por la inteligencia artificial generativa, vendiendo las “picas y palas” del nuevo oro digital. Su dominio en la fabricación de GPUs para entrenamiento de modelos fundacionales la ha colocado en el centro mismo de una revolución tecnológica. Microsoft sigue una trayectoria distinta, pero igual de poderosa. Gracias a su alianza con OpenAI y la integración de herramientas de IA generativa en productos como Office, Azure y Windows, logró renovar su relevancia frente a nuevas generaciones y mercados. Aunque recientemente bajo ligeramente de su pico de 3.5 billones, su estrategia la mantiene como uno de los principales arquitectos del presente digital. “Es importante el impacto de la IA en los resultados financieros de grandes empresas como Microsoft y Alphabet, que han superado las expectativas. Microsoft experimentó un crecimiento del 33% en Azure durante el último trimestre, con 16 puntos porcentuales de esta ganancia atribuibles a proyectos de IA. Los ingresos publicitarios de Alphabet crecieron un 8.5%, impulsados por la integración de la IA en las búsquedas”, indicó Elizundia. Apple, por su parte, ha demostrado que no es necesario liderar la carrera de la IA para mantenerse en la cima. Su enfoque es más silencioso al incorporar funciones de inteligencia artificial en dispositivos más asequibles, maximizando la rentabilidad de su ecosistema. Este trío de gigantes no solo domina en valor bursátil, sino que también consolida una arquitectura de negocio mucho más eficiente que en ciclos anteriores. Los avances en automatización, la migración a modelos de suscripción y una alta concentración de servicios en pocos productos clave les permite operar con márgenes elevados, incluso mientras ejecutan despidos masivos, de acuerdo con Antonio Di Giacomo, analista de Mercados Financieros para América Latina.
Pero si les va bien, ¿por qué hay despidos? A pesar de su bonanza financiera, las empresas tecnológicas redujeron personal en los últimos meses, en parte como estrategia para mantener su rentabilidad y porque el crecimiento ya no depende del volumen de trabajadores, sino de la eficiencia de sus algoritmos, de acuerdo con los analistas. Esto se debe a un entorno tecnológico mucho más maduro, en el que la infraestructura global permite escalar productos y servicios a miles de millones de usuarios con menor inversión marginal. “También influye una mayor concentración del valor en pocas plataformas dominantes, lo que se traduce en márgenes más altos, crecimiento sostenido y efectos de red casi imposibles de replicar”, precisó Elizundia. A esto se suma una eficiencia operativa inédita. Aunque Apple multiplicó su plantilla por más de 10 veces desde 2005 (de 14,800 a 164,000 empleados), y Microsoft casi cuadruplicó la suya (de 61,000 a 228,000), su capacidad para generar ingresos y valor por empleado ha crecido aún más. Nvidia, por ejemplo, pasó de ser una empresa con menos de 2,000 empleados a más de 36,000 en 2025, y aún así lidera el mercado global gracias a su papel estratégico en la IA.
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