Raúl Zurita comparte una hazaña poética en Casa del Lago

“Verás un mar de piedras/ Verás margaritas en el mar/ Verás un Dios de hambre/ Verás el hambre/ Verás figuras como flores/ Verás un desierto/ Verás el mar en el desierto/ Verás tu odio/ Verás un país de sed/ Verás acantilados de agua/ Verás nombres en fuga/ Verás la sed…”.
Es un extracto del poema “Verás”, de 22 versos, escrito hace 24 años por el poeta chileno Raúl Zurita (Santiago de Chile, 1950) con el que imaginó cuerpos arrojándose al vacío, miradas cruzadas en el último instante y frases de amor, locura y muerte grabadas con su propia caligrafía.

Raúl Zurita.
Con “Verás”, el poeta imagina que “en una tierra tan profundamente rebasada de escombros y de sangre, llega un punto de inflexión para declarar que nadie se merece esto. Pensar que algún día la humanidad realmente sea digna del universo que habita es cada vez más lejano. En estas 22 frases hay también un cierto desengaño, por eso termina con el verso ‘Y llorarás’, como si todo pareciera lejano, que todo se va perdiendo”.

Poesía de Raúl Zurita.
Sin embargo, contrasta, “creo que la poesía es precisamente la esperanza para lo que no tiene esperanza (…) Quiero creer que el último instante en la vida de cualquier persona, según las condiciones en que muera, bajo todas las formas en que esta humanidad endemoniada ha inventado para joderse los unos a los otros, ojalá que ese último segundo sea un segundo de paz y de conformidad, porque nadie pidió vivir ni morir de esa forma. Porque si no es así, si todas las muertes no tienen un último segundo de felicidad, en realidad esta vida no vale nada”.
Un sueño de dos décadas
Desde su gestación, hace casi un cuarto de siglo, Zurita soñó con proyectar el poema con luz sobre un acantilado en el norte de Chile, pero en ese entonces, para muchos, la idea parecía desbordada, radical, casi imposible en términos técnicos, hasta que el 24 de marzo de 2024, en Caleta Vítor, al sur de Arica, en el norte de Chile, el sueño del poeta finalmente pudo concretarse gracias a la colaboración con el colectivo Delight Lab con el apoyo de la Fundación Engel. Se logró la proyección de los 22 versos sobre una muralla de piedra donde cada letra medía 50 metros de altura.
Ahora, este sueño cumplido y toda la documentación visual que se hizo sobre él, será compartida con el público mexicano con la muestra Verás: el último proyecto, a inaugurarse junto con la Casa del Lago, UNAM, en las Rejas de Chapultepec, a partir del sábado 14 de junio, como un primer paso al que seguirá la exhibición de un documental a concretarse más adelante este año, un poema inédito y la cinta Zurita, verás no ve (2000), éstos durante el Festival Poesía en Voz alta a realizarse en octubre próximo.
Escribir la palabra en el paisaje
Las palabras de Raúl Zurita citadas arriba son parte del anuncio de la exposición esta semana, con la participación, además, de Cinthya García Leyva, directora de Casa del Lago, y Fernanda Dichi y María Pies, co-curadoras de la muestra.
“Yo me involucré en el proyecto hace unos cinco años”, señaló María Pies. “Hicimos varias pruebas técnicas y nada funcionaba. Escribir con luz en el paisaje, hacer que la poesía habitara la noche en nuestra geografía chilena. Pero, tras muchos intentos esa visión finalmente se volvió realidad (…) ‘Verás’ no es sólo una hazaña técnica ni solamente una acción, también es una obra profundamente poética, política y vital, una forma de escribir la palabra en el paisaje, pero también en la memoria y en el cuerpo”.
Este tipo de acciones, mencionó Raúl Zurita, “que son aparentemente monumentales, son en realidad más íntimas, porque viven demasiado tiempo dentro de uno mismo. Desde que me lo imaginé y hasta que lo pude hacer pasaron más de 20 años. Son muchos años en los que uno convive con eso, imaginándoselo, hasta que es posible gracias a tanta gente”.
El cierre de una trilogía
No es la primera vez que Raúl Zurita concreta un ejercicio de este tipo, el de llevar la palabra más allá de las páginas sino plasmarla en el paisaje.
Con “Verás”, el poeta chileno cierra una trilogía de gestos poéticos en el territorio que ha construido a lo largo de más de 40 años. En 1982, su poema “La vida nueva” se escribió en el cielo de Nueva York, con la ayuda de aviones que dejaban estelas de humo blanco; y en 1993 el texto “Ni pena ni miedo” fue grabado sobre el desierto de Atacama, con versos kilométricos que es posible apreciar desde el cielo.
“Yo me creo o presumo de ser un poeta, trabajo con las palabras. Un día, de pronto, vi el cielo y pensé que sería un bello lugar para escribir un poema. Después, cuando hice la declaración en el desierto, pensé que sería solamente el testimonio de un tipo más sobre su paso por la tierra. Ahora, con ‘Verás’ pensé que si bien ya había trabajado con mi vida en este sentido, también tenía que cerrarlo y trabajar sobre mi muerte, que es un hecho concreto. Entonces, se me ocurrieron estos 22 versos, que son cosas que uno ve en su paso por la tierra, que son alegóricas”.
La co-curadora Fernanda Dichi señaló, por su parte, que “no había otro lugar más idóneo que Casa del Lago por su vocación experimental, por su apertura, por la forma en la que mezcla las diferentes formas de experimentación, también porque es un espacio de encuentro con la naturaleza y con el cuerpo”.
Verás: el último proyecto
- Con textos de Raúl Zurita
- Casa del Lago
- Rejas de Chapultepec
- Curaduría: Fernanda Dichi, María Pies
- A partir del 14 de junio, 13:00 horas
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