¿Quién inventó el crédito para comprar autos en México?

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Cuando los primeros automóviles comenzaron a circular por las calles de México en las primeras décadas del siglo XX, el concepto de crédito automotriz simplemente no existía . La compra de un vehículo implicaba un desembolso en efectivo que pocos podían permitirse en un país que apenas salía de los estragos de la Revolución. En ese contexto, un grupo de empresarios en Torreón, Coahuila, dio origen a un modelo de financiamiento que sentaría las bases del actual sistema de crédito automotriz . En 1923, los dueños de la empresa Importadora de la Laguna —que vendía autos Ford— lanzaron un esquema innovador: vendieron 100 “acciones” de 1,200 pesos cada una, pagaderas en doce mensualidades sin intereses. Cada mes, una rifa determinaba quién recibiría su auto. Así nació el llamado “Plan Ford”, el primer antecedente de autofinanciamiento en el país. Este esquema publicitado en diarios ofrecía la posibilidad de adquirir un automóvil con pagos semanales de 20 pesos por 50 semanas. Se trataba de una estrategia que, más allá de su simplicidad, rompía con el paradigma de la compraventa al contado y democratizaba el acceso a un bien que hasta entonces era reservado para una élite.

Con el tiempo, estos sistemas evolucionaron y se diversificaron. A lo largo del siglo XX, los distribuidores comenzaron a ofrecer variantes del autofinanciamiento que incluían rifas, cupones y planes de pagos diferidos, sentando las bases para el desarrollo de las actuales financieras de marca, las cuales dominarían el mercado de crédito automotriz. Hoy, casi un siglo después, el autofinanciamiento sigue vigente, aunque con una participación marginal frente a los esquemas tradicionales. En 2024, representó apenas el 1.19% del total de financiamientos de vehículos nuevos en México, con 10,576 adjudicaciones, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) . A pesar de su baja participación, el autofinanciamiento aún tiene un nicho estratégico: familias o negocios sin historial en Buró de Crédito pero con ingresos estables. Mientras tanto, las verdaderas protagonistas del crédito automotriz hoy son las financieras de marca, que concentran cerca del 79% del total de financiamientos, según cifras del reporte más reciente de AMDA . En 2024, estas instituciones colocaron más de 701,000 unidades, una cifra que marcó un crecimiento de 14.7% respecto al año previo. Entre las más activas destacan GM Financial de México, con más de 123,000 vehículos colocados; NR Finance (Nissan), con 175,835 unidades; y Volkswagen Financial Services, con 96,291 financiamientos. Toyota, Mazda (vía Santander) y KIA Finance también figuran entre los mayores otorgantes de crédito del país . El auge de estas financieras está vinculado a su capacidad de ofrecer plazos accesibles —generalmente de 12 a 72 meses—, tasas competitivas y promociones alineadas con las estrategias comerciales de las marcas. Por su parte, la banca comercial concentra apenas el 19.5% del mercado, aunque con crecimiento destacado en entidades como BBVA y Scotiabank, que aumentaron sus colocaciones en 29% y 67% respectivamente. Santander, por su parte, también tuvo un repunte del 17.7% anual. Hoy, el crédito automotriz en México se ha profesionalizado hasta convertirse en uno de los pilares del mercado de vehículos. En 2024, seis de cada diez autos nuevos se adquirieron mediante algún tipo de financiamiento, ya sea bancario, de marca o por autofinanciamiento. Lo que comenzó como una estrategia creativa en medio de la incertidumbre posrevolucionaria es hoy una industria robusta que financia más de un millón de unidades al año y sostiene buena parte de las ventas automotrices.

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