¿Qué está moviendo los precios de los commodities?
La semana pasada, los mercados de materias primas ofrecieron una radiografía clara de cómo el crecimiento de la economía global sigue navegando entre incertidumbre y sobreoferta. Mientras los metales preciosos brillaron como refugio ante la volatilidad financiera, el precio de los granos retrocedió, guiados por cosechas abundantes y una demanda internacional que comienza a mostrar señales de fatiga.
El precio de los commodities respondieron a tres factores globales: las tensiones geopolíticas persistentes, especialmente en Europa del Este; el repunte en los costos logísticos y energéticos que alimentan la inflación; y las expectativas sobre la conducción de la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos; que anticipan en 85% un recorte de 25 puntos base en la reunión del 17 de septiembre, superior al 80% que mencioné al inicio del mes en este mismo espacio.
La posibilidad de recortes en las tasas de interés de referencia de EU y el descenso de las tasas de los bonos del Tesoro debilitaron al dólar en 0.16%, lo que impulsó la demanda de oro mientras los inversionistas esperaban la reunión entre el presidente estadounidense Donald Trump, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy, así como un encuentro entre líderes europeos para discutir un acuerdo de paz con Rusia.
Los metales, históricamente considerados activos refugio, se han beneficiado de un entorno donde los inversionistas buscan seguridad y el oro, que no genera intereses y es considerado un activo seguro en periodos de incertidumbre, tiende a tener un buen desempeño en entornos de bajas tasas de interés. En lo que va del año, el precio del oro ha subido 18.94%.
En contraste, los granos en el mercado de Chicago vivieron una semana de altibajos. El precio del maíz cayó 1.14% y el trigo subió 1.28%, acumulando pérdidas en lo que va del año de 17.80 y 7.91%, respectivamente, derivado de grandes cosechas en Estados Unidos, Brasil y Argentina; generando una presión bajista difícil de revertir.
El informe mensual de oferta y demanda global (WASDE) del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) de agosto, mostró que el rendimiento, el área cosechada y la producción del maíz del ciclo productivo 2025/2026 serán superiores a lo que la agencia había estimado anteriormente y a las expectativas comerciales promedio. En tanto, las existencias finales de trigo se mantuvieron a la baja, a pesar de la expectativa comercial promedio de un ligero aumento.
Pero el golpe más fuerte vino del lado de la demanda. China, el mayor comprador mundial de granos, ha reducido sus importaciones en medio de una desaceleración económica interna. Esta menor demanda ha dejado a los productores latinoamericanos con inventarios elevados y márgenes cada vez más estrechos.
El lado bueno de las nuevas estimaciones es que la sobreoferta y caída de precios podrían beneficiar a la industria alimentaria y ganadera nacional, reduciendo costos de insumos, ya que México es importador de grandes volúmenes de maíz y soya estadounidense. Además, con un tipo de cambio por debajo de 19.00 pesos por dólar y la expectativa de que se recorte la tasa de referencia de la Fed, se podrían abaratar aún más las importaciones agrícolas, aunque también afectaría a exportadores mexicanos.
¿Y ahora qué hacer?
La pregunta que ronda en los pasillos financieros es si esta tendencia se mantendrá. En el corto plazo, los metales podrían seguir al alza si la Fed concreta los recortes de tasas y la incertidumbre persiste. Los granos, en cambio, dependen de factores más volátiles como el clima, decisiones comerciales y la recuperación de la economía y de la demanda asiática.
Para los inversionistas, importadores y exportadores este entorno exige cautela y análisis fino, en función de los objetivos de cada uno. Ante la posibilidad de que los precios agrícolas bajen más se podrían evaluar estrategias de compras anticipadas, sin embargo, ante un cambio repentino en el comportamiento de precios, lo mejor sería contratar futuros y opciones sobre el maíz o trigo para proteger márgenes, en la Bolsa de Comercio de Chicago (CBOT).