¿Qué es el iztete? El dulce prehispánico medicinal con propiedades desintoxicantes

¿Qué es el iztete? El dulce prehispánico medicinal con propiedades desintoxicantes

En un país donde los dulces típicos cuentan historias, el iztete es uno de los más antiguos y menos conocidos fuera de ciertos círculos tradicionales. Su origen se remonta a prácticas herbolarias prehispánicas, y su nombre proviene del náhuatl “iztetl”, que significa “sal de hierbas” o “ceniza medicinal”. Aunque se le percibe como golosina, este dulce artesanal es en realidad una medicina natural en forma de pastilla, elaborada principalmente con ceniza de maguey o vegetales, miel, limón y plantas aromáticas como la hierbabuena.

Más que un dulce, un remedio

El iztete no solo complace al paladar con su sabor mineral y herbal; sus componentes lo convierten en un auténtico auxiliar terapéutico. Durante generaciones, se ha usado en comunidades rurales y urbanas como:

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Expectorante natural: alivia la tos y despeja las vías respiratorias gracias a la alcalinidad de la ceniza y al efecto calmante de la miel y el limón.

Antiácido: su base de ceniza vegetal ayuda a neutralizar la acidez estomacal, actuando como un remedio casero contra la gastritis y la indigestión.

Antiinflamatorio bucal: su consumo frecuente puede calmar dolores de garganta o encías irritadas.

Desintoxicante: por su composición alcalina, algunos herbolarios lo recomiendan como parte de limpiezas digestivas suaves.

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izteteCortesía

Fuente de minerales: el uso de ceniza vegetal aporta trazas de calcio, potasio y magnesio.

Preparación y saberes tradicionales

El proceso de elaboración del iztete es artesanal y poco documentado en la industria moderna. Se prepara quemando ciertas partes del maguey (principalmente las hojas) hasta reducirlas a ceniza fina. Esta se mezcla con miel de abeja, jugo de limón y, en algunas variantes, hierbas como eucalipto, menta o canela. La mezcla se cuece a fuego lento hasta formar una pasta espesa que, al enfriar, se corta en cubos o se moldea en pastillas.

Muchas familias herbolarias en Oaxaca, Puebla, Morelos y la Ciudad de México aún lo producen para consumo propio o venta en mercados tradicionales, aunque su presencia en tiendas convencionales ha disminuido.

¿Por qué hoy vale la pena recuperarlo?

En un contexto donde se busca rescatar lo natural y reducir el consumo de fármacos innecesarios, el iztete representa una alternativa sencilla y poderosa. No compite con medicamentos clínicos, pero sí fortalece la sabiduría ancestral y los remedios de bajo costo y gran efectividad.

Hoy, pequeños productores, herbolarios y hasta tiendas de productos orgánicos comienzan a retomarlo como parte de una oferta que combina tradición y salud.

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