Pulquerías de la CDMX: una ruta por la bebida de los dioses que resiste al tiempo

En la Ciudad de México, entre avenidas bulliciosas y barrios con memoria, sobreviven espacios que resguardan un legado milenario: las pulquerías. El equipo de Bistronomie las ha visitado en más de una ocasión, recorriendo sus mesas, probando sus curados y atestiguando cómo, pese al paso de los años, siguen siendo puntos de encuentro donde la camaradería y la tradición se sirven en tarros metálicos.
El pulque no es solo una bebida; es historia líquida. Nació en tiempos prehispánicos como ofrenda ceremonial y, siglos después, se convirtió en la bebida popular por excelencia. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, el consumo en México supera los 45 millones de litros al año, con la CDMX, Tlaxcala, Hidalgo y Puebla como epicentros de su producción y disfrute.
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Entrar a una pulquería es más que pedir un curado. Es adentrarse en espacios que huelen a madera húmeda y fermento, donde la decoración va desde retratos de personajes célebres hasta rockolas que animan la tarde. Son lugares que resisten como pequeños templos urbanos, en los que conviven generaciones, estudiantes, vecinos, oficinistas y curiosos que buscan probar la bebida de los dioses en su estado más auténtico.
Por eso decidimos armar esta guía: un recorrido por pulquerías que conocemos y hemos visitado varias veces. Cada una con su estilo, su historia y su clientela, pero todas unidas por la misma esencia: preservar una tradición que, entre curados de avena, apio, mango o mazapán, demuestra que el pulque no pasa de moda. Aquí nuestras recomendaciones.
Pulquería La Risa
Fundada en 1903, es la más antigua de la Ciudad de México y un emblema del Centro Histórico. Sus tinacales, mesas y bancos de metal, junto con las paredes pintadas, hacen que entrar sea como viajar en el tiempo y conectar con la historia viva del pulque.
Aquí conviven jóvenes y adultos que buscan saborear el pulque blanco o los tradicionales curados. El ambiente es sencillo, popular y muy citadino: entre música, pláticas y hasta “bichitos visitantes”, que forman parte del folclor y la vida en la gran urbe, la experiencia es única.
Visitar La Risa es acercarse a más de un siglo de tradición pulquera. A pesar del paso del tiempo y de su carácter rústico, sigue en pie como un verdadero templo de la bebida de los dioses y un punto de encuentro cultural en el corazón de la capital.
- Mesones 71, Centro Histórico
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La Risa Pulque
La Reina Xochitl
Aquíl tiempo parece detenerse, y con él los sabores tradicionales que hacen de este espacio un referente en la Venustiano Carranza. Desde las 11 de la mañana abre sus puertas con el pulque blanco en sus versiones suave y fuerte, además de curados frescos que mantienen viva la esencia de esta bebida ancestral.
El lugar está decorado con fotografías de personajes célebres que han pasado por allí, así como recuerdos de eventos ligados al pulque, lo que refuerza ese aire de camaradería y tradición. Con precios accesibles —35 pesos el medio litro de curado— y la hospitalidad de su propietario, es un rincón que invita a regresar. Consejo práctico: si pides para llevar, lleva tu envase para mantener intacta la frescura de la bebida.
Más allá de la experiencia cultural, el pulque conserva su reputación como la “bebida de los dioses” por sus beneficios probióticos y nutritivos. La Reyna Xóchitl logra conjugar esta herencia milenaria con un ambiente acogedor, demostrando que el pulque sigue siendo parte esencial de la vida y cultura mexicanas.
- Calle 27, Av. 4, Valentín Gómez Farías, Venustiano Carranza.
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Pulquería
La Catedral del Pulque
En la colonia Obrera, es un espacio donde el tiempo parece detenerse y el pulque sigue siendo protagonista. El curado de avena es altamente recomendable, acompañado de guisados caseros como el mixiote de pollo, que hacen de la visita una experiencia completa.
Con precios accesibles —70 pesos el litro— y atractivas promociones como los miércoles de 2×1 en pulques, el lugar ofrece también hamburguesas y botanas que complementan la bebida. El ambiente es informal, alegre y reúne a personas de todas las edades en un espacio pequeño pero acogedor.
La atención es cálida y, pese a que en horas concurridas puede haber algo de espera, siempre hay disposición del personal. Además, cuentan con pago con tarjeta, lo que facilita la visita. Un sitio ideal para disfrutar la tradición pulquera en pleno corazón de la ciudad.
- Lorenzo Boturini 250, Col. Obrera.
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Pulque
Nomás no llores
En Xochimilco, en Santa María Tepepan, se encuentra un rincón pulquero que destaca por su limpieza, atención y ambiente tranquilo. Desde las 8 de la mañana sirven pulque y curados preparados de manera tradicional, sin olores desagradables ni texturas babosas.
Los curados son frescos y se preparan al momento con concentrados de fruta del día, mezclados con pulque blanco. Entre los sabores más recomendados están el de apio, avena, piña y mandarina, todos con una consistencia agradable y un sabor auténtico.
Aunque aquí no se ofrece comida, diariamente preparan un molcajete gigante de salsa que acompaña la experiencia. Los precios son accesibles y el servicio excelente, lo que convierte a este sitio en una parada obligada para quienes aman la bebida de los dioses.
- Cjon. Galeana 41, Santa María Tepepan, Xochimilco
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Pulque
La Bella Carolina Pulquería
Una pulquería con años de tradición y un ambiente auténtico de pulcata. El lugar es amplio, cuenta con rockola, música en vivo y variedad de curados como mango, apio o mazapán, además del pulque natural que cumple bien su cometido.
Aunque los curados tienden a ser dulces y el servicio puede ser irregular, el pulque tiene buena consistencia y sabor. Es un espacio ideal para ir en grupo, pasarla bien y disfrutar del ambiente festivo que se arma entre música, baile y buenos tragos.
Con precios accesibles y la opción de cerveza para quienes prefieren algo distinto, La Bella Carolina es un clásico que incluso aparece en el Museo del Pulque. Una parada recomendada para quienes buscan una experiencia alegre y relajada.
- Nicolás Bravo 29, Magdalena Mixihuca, Venustiano Carranza.