¿Por qué OMV como Bait y Unifon fallan o no tienen señal en carretera y áreas rurales?

¿Por qué OMV como Bait y Unifon fallan o no tienen señal en carretera y áreas rurales?

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Los operadores móviles virtuales ( OMV ) han ganado millones de usuarios en México por sus precios accesibles y planes de nicho. Sin embargo, en carreteras y zonas rurales muchos consumidores se enfrentan a desconexiones y fallas en el servicio. Esta situación no se explica únicamente por las compañías virtuales, sino por la forma en que está estructurado el mercado de telecomunicaciones móviles. Para entender el origen del problema es necesario revisar su modelo de negocio, los derechos de los usuarios y los límites regulatorios que influyen en la cobertura.

Los OMV dependen de la red de otros operadores


Limitaciones técnicas y acceso a la cobertura El papel de la regulación y los derechos del usuario Un mercado en crecimiento con usuarios vulnerables

La principal diferencia entre un operador tradicional y un OMV es la infraestructura. Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), explicó que “los operadores móviles virtuales no tienen una red propia, alquilan capacidad en el mercado mayorista, compran millones de minutos o megas que después revenden a sus clientes finales”. En la práctica, esto significa que los OMV dependen de Telcel, AT&T y Movistar, que son quienes controlan la infraestructura de telecomunicaciones en el país. Este esquema permite que nuevas marcas lleguen a segmentos específicos, pero genera desventajas en cobertura. Bravo detalló que “las redes de los operadores tradicionales están diseñadas para grandes ciudades como Ciudad de México, Guadalajara o Monterrey, donde hay alta demanda y tráfico. En cambio, en carreteras o zonas rurales ese despliegue no ofrece las mismas posibilidades de conectividad”. En consecuencia, si un OMV busca atender un mercado localizado fuera de los centros urbanos, depende por completo de la decisión del operador con red de ampliar o no su infraestructura en esa región. Bravo agregó que los usuarios difícilmente saben a qué red se conecta su OMV. “La información existe en portales o contratos, pero no suele estar en el marketing porque si el cliente sabe que está sobre la misma red que lo expulsó, difícilmente tendrá confianza”, comentó. El acceso a la red no siempre garantiza la misma calidad de servicio. Bravo señaló que “cada tecnología utiliza el espectro de forma distinta, los despliegues son diferentes y la infraestructura responde al modelo de negocio del operador”. El espectro es el conjunto de frecuencias de radio que permiten transmitir servicios como voz, mensajes y datos móviles, y su uso está regulado por el Estado. En la práctica, esto significa que los usuarios de OMV suelen navegar solo en 4G, mientras que los clientes de operadores tradicionales pueden acceder a 5G. Esa diferencia impacta directamente en la velocidad y en la experiencia de uso de aplicaciones que requieren mayor capacidad. La cobertura desigual y la calidad del servicio están vinculadas también al marco regulatorio. De acuerdo con Bravo, “existe regulación sobre calidad del servicio, con mediciones realizadas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), pero siempre se establece un margen de maniobra. No se puede comprometer una velocidad fija de Internet para todos los usuarios”. Cuando el servicio falla, muchos consumidores suelen responsabilizar a la marca que contrataron, aunque la causa esté en la red anfitriona. Esa confusión refleja la falta de información clara sobre cómo funcionan las OMV y dificulta que los usuarios identifiquen al responsable directo. El especialista señaló que existen mecanismos de compensación y que la mayoría de las quejas se resuelven entre empresa y usuario. “Casi siempre se negocian y en más del 90% de los casos hay un acuerdo entre las partes”, puntualizó. En cuanto a publicidad, aclaró que “Profeco regula que no sea engañosa, y aunque en la mayoría de los casos se cumple, si el servicio no corresponde a lo contratado el usuario puede reclamar compensaciones”. A pesar de las limitaciones, los OMV se han consolidado en el país. De acuerdo con The Competitive Intelligence Unit (The CIU), alcanzaron una participación del 15.8% de las líneas móviles en el primer trimestre de 2025, frente al 10.7% un año antes. Este crecimiento los posiciona como el segundo segmento más dinámico del mercado. El mismo análisis muestra que algunos OMV han tenido dificultades para retener clientes. BAIT, por ejemplo, redujo en más de 80% su captación neta de líneas en un año, lo que refleja la complejidad de competir de forma sostenida. En contraste, otros OMV pasaron de 40,160 a 63,117 líneas en el mismo periodo. En ingresos, el reporte de The CIU sobre el segundo trimestre de 2025 indica que los OMV generaron 4,843 millones de pesos, con un crecimiento anual de 31.1%. Sin embargo, su ingreso promedio por usuario (ARPU) fue de apenas 58 pesos, muy por debajo de Telcel (183 pesos) o ATune&T (146.7 pesos). Esta diferencia muestra que su base se concentra en clientes de bajo gasto, muchos de ellos en modalidad prepago, lo que limita su capacidad de negociación frente a los operadores con red.

Qué red utilizan los OMV en México El reto del espectro y la cobertura en zonas alejadas

La red que usa cada OMV es clave para entender la calidad del servicio que recibirá el usuario. Es recomendable revisar en el contrato o en el portal del operador qué red respalda al servicio contratado. Actualmente, los principales OMV y sus redes son: Telcel – FreedomPop – Aló Movistar – ComparTfon – Flash Mobile – Her Mobile – Miio – QBOCel AT&T – Blue Telecomm Cel – Izzi Móvil – Unefon Altán Redes – Megamóvil – Abix – Addinteli El acceso desigual a la conectividad también responde a factores estructurales. The CIU advirtió que México paga hasta 76% más que el promedio internacional por el espectro radioeléctrico. Este sobrecosto encarece el despliegue de infraestructura y frena la expansión en regiones de baja rentabilidad económica. Bravo coincidió en que imponer reglas rígidas no es la solución. “La mejor regulación es el mercado y la libertad de los usuarios para elegir al proveedor con las mejores condiciones”, comentó. También señaló que los operadores ajustan constantemente sus planes: “cambian tarifas, incluyen más datos, minutos, redes sociales, streaming e incluso ya ofrecen suscripciones de inteligencia artificial para retener clientes”. Sin embargo, aceptó que mientras los OMV dependan de redes pensadas para zonas urbanas, las fallas en carretera y áreas rurales seguirán presentes.

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