¿Podría el euro sustituir al dólar como moneda de reserva mundial?
Se llama moneda de reserva mundial a la que es utilizada ampliamente por los bancos centrales extranjeros. Desde el acuerdo de Bretton Woods de 1944, esta posición ha sido ocupada por el dólar estadounidense y sigue siendo así: según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) de finales de 2024, el dólar representaba el 54 % de las reservas oficiales mundiales, mientras que el euro ocupaba un distante segundo lugar con un 19 %.
Históricamente, el concepto de dinero estaba respaldado por activos valiosos. Esto ya no es así, ya que hoy en día utilizamos dinero fiduciario: esencialmente papel con un sello de una autoridad legal.
Sin embargo, nada impide que las personas utilicen otros productos básicos como moneda. Un ejemplo muy conocido se produjo durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los cigarrillos se usaban ampliamente como dinero en los campos de prisioneros.
- El valor de un trozo de papel
Por lo tanto, el dinero es cualquier activo que puede emplearse como depósito de valor, medio de intercambio y medida de cuenta, pero su valor depende principalmente de la confianza que tengamos en que los demás lo respetarán. Si, por ejemplo, entregara un trozo de papel firmado en lugar de dinero para pagar un café, el camarero no estaría muy contento. Sin embargo, si fuera Tom Cruise, mi autógrafo valdría mucho más que esa taza de café.
En ambos casos, el objeto es solo un trozo de papel con marcas, pero uno vale infinitamente más que el otro.
Lo mismo ocurre con la moneda nacional, ya que el sello oficial de un billete no garantiza que ese trozo de papel se vaya a utilizar en transacciones. Por eso el dinero pierde su valor en países con una inflación galopante: ¿por qué cambiarías una taza de café por un trozo de papel que dice “100 pesos”, si mañana ese mismo pedazo de papel solo te da para comprar el sobre de azúcar que hay al lado?
El dólar estadounidense es diferente. Cualquiera que tenga un dólar sabe que será aceptado en la mayoría de los países del mundo, ya sea para pagar directamente por bienes o a cambio de la moneda nacional en mercados secundarios. Además, dado que el dólar es tan ampliamente utilizado y aceptado, muchas personas, tanto inversores como ciudadanos de a pie, prefieren guardar su dinero en esa divisa. Sin embargo, esto solo continuará mientras la gente la perciba como la opción más segura.
El “privilegio exorbitante” del dólar
La principal ventaja de tener la moneda de reserva mundial es que los inversores consideran que tu moneda –y, por extensión, tu país– es segura, lo que les lleva a considerar también segura la deuda de tu Gobierno. Esto significa que los costes de financiación de tu Gobierno disminuyen, lo que te permite gastar más y soportar un mayor volumen de deuda que otros países.
Por su naturaleza, la moneda de reserva mundial también aumenta su valor. Esto crea un círculo vicioso: la gente quiere dólares estadounidenses, independientemente de su intención de comprar productos de ese país, y esto aumenta el valor de la moneda, lo que hace que la gente quiera más, y así sucesivamente. Esto significa que los bienes y servicios extranjeros (como el turismo en Europa) también son más baratos para los ciudadanos estadounidenses, pero la contrapartida es que las exportaciones estadounidenses se encarecen para todos los demás.
En la década de 1960, el ministro de Finanzas francés Valéry Giscard d’Estaing acuñó el famoso término “privilegio exorbitante” para describir este desequilibrio.
¿Se pueden cambiar las normas sociales?
Un cambio generalizado no es tarea fácil. Para poner un ejemplo común, basta con mirar el teclado. Casi todos los angloparlantes utilizan un teclado que comienza por QWERTY, a pesar de que esta mezcla de letras surgió por accidente. Cambiar los teclados de todo el mundo en este momento sería costoso y extremadamente difícil, aunque podría dar lugar a un sistema más fácil de usar.
Una fuerza similar de la costumbre se aplica a las monedas, pero el dólar estadounidense no siempre ha sido la preferida. Hasta la década de 1950, era la libra esterlina la que ocupaba este papel destacado, y fue principalmente la posición de Estados Unidos como la mayor economía entre las potencias aliadas lo que convirtió al dólar en la reserva mundial después de la Segunda Guerra Mundial. A medida que se debilita la confianza mundial en el dólar, muchos se preguntan si podríamos asistir a un cambio similar hacia el euro o, tal vez, hacia una moneda diferente.
La política estadounidense está acelerando sin duda este cambio. Para comprar bonos del Estado y acciones estadounidenses, los inversores necesitan dólares estadounidenses, pero todas estas transacciones implican un déficit por cuenta corriente en Estados Unidos, que la Administración Trump quiere eliminar. La actual incertidumbre sobre la política comercial estadounidense no está haciendo más atractivos los activos estadounidenses, como ilustra la agitación en el mercado de bonos del Gobierno estadounidense.
También hay rumores de que el Gobierno estadounidense podría incurrir en impago convirtiendo su deuda a corto plazo en deuda a largo plazo.
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Más allá de Trump, estos últimos meses han demostrado a los inversores que los controles y contrapesos de la Constitución estadounidense no son tan fuertes como se pensaba, y que el presidente tiene un poder casi absoluto en algunos ámbitos. El hecho de que la última medida de Biden como presidente de EE. UU. fuera indultar a su familia y a posibles objetivos políticos tampoco ayudó a fomentar la confianza en el Gobierno estadounidense.
Siendo realistas, el uso global del euro tendrá que aumentar enormemente para que pueda sustituir al dólar en un futuro próximo, pero ahora parece mucho más probable que hace tres meses.