Persisten métodos de pago tradicionales en compras en línea
A pesar del aumento en la oferta de métodos de pago innovadores impulsados por las fintech, los consumidores que compran en línea siguen mostrando una clara preferencia por las opciones tradicionales, así lo revela un reciente informe de la firma de pagos Adyen.
Los medios de pago tradicionales continúan dominando las preferencias, 52% prefiere pagar con tarjetas de crédito o débito y 23% aún utiliza efectivo. Aunque las billeteras digitales como Apple Pay o Google Pay ya son empleadas por 30% de los consumidores; sin embargo, el uso es distinto si se analiza por generaciones.
El estudio identifica una clara diferencia en la adopción de nuevas tecnologías. Entre los más jóvenes, 38% de los Millennials (entre 27 y 43 años) y 31% de la Generación Z (entre 12 y 26 años) usaron billeteras digitales durante el último año, y casi un tercio de ellos ya no lleva billetera física.
En contraste, 54% de los Boomers (entre 60 y 78 años) y 100% de la Generación Silenciosa (79 años o más) siguen prefiriendo las tarjetas y en el caso de la última la preferencia por el efectivo es absoluta.
El informe también resalta cómo los consumidores son cada vez menos tolerantes a experiencias de pago lentas o complicadas, 55% afirma que abandonaría una compra si no puede pagar con el método de su preferencia.
En lo que respecta a los comercios, el informe señala que cada vez están más enfocados en optimizar los costos asociados a los pagos. La estrategia más efectiva para lograrlo consiste en identificar oportunidades de ahorro en todo el ecosistema de pagos.
Así, muchos comercios están adoptando métodos de pago con menores comisiones, consolidando proveedores o implementando medidas para minimizar el fraude.
En línea con esta tendencia, 42% de los negocios considera que ofrecer métodos de pago locales representa una oportunidad para reducir costos por comisiones. Además, 40% ya está implementando tecnologías diseñadas específicamente para generar ahorros en sus operaciones de pago.
El fraude, por su parte, continúa siendo una de las principales preocupaciones en términos de costos y también afecta directamente a los consumidores. Casi un tercio de ellos prefiere comprar en tiendas físicas por temor al fraude en línea.