Parece imposible, pero es el fin de la guerra en la Franja de Gaza

El Cairo. Israel y el grupo terrorista Hamás firmaron ayer un acuerdo de alto el fuego y liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, en la primera fase de la iniciativa del presidente estadounidense, Donald Trump, para poner fin a la guerra de dos años en Gaza que ha trastocado Oriente Medio.

Israelíes y palestinos se alegraron por igual tras el anuncio del acuerdo, el mayor paso dado hasta ahora para poner fin a dos años de guerra en la que han muerto más de 67,000 palestinos, y devolver a los últimos rehenes secuestrados por Hamás en los mortíferos ataques que la iniciaron.

Según el acuerdo, cesarán los combates, Israel se retirará parcialmente de Gaza y Hamás liberará a todos los rehenes restantes a cambio de cientos de prisioneros retenidos por el Estado judío. En la Casa Blanca, Trump dijo que creía que conduciría a una “paz duradera”.

Se permitiría la entrada en Gaza de flotas de camiones con alimentos y ayuda médica para socorrer a los civiles, cientos de miles de los cuales se han refugiado en tiendas de campaña después de que las fuerzas israelíes destruyeran sus hogares y arrasaran ciudades enteras.

El acuerdo, si se aplica en su totalidad, acercaría a las dos partes más que ningún otro esfuerzo anterior para detener una guerra que se ha convertido en un conflicto regional, que ha atraído a Irán, Yemen y Líbano, y ha agravado el aislamiento internacional de Israel.

Sin embargo, muchas cosas podrían salir mal. Incluso después de la firma del acuerdo, una fuente palestina declaró que aún no se había ultimado la lista de palestinos que iban a ser liberados.

El grupo busca la libertad de algunos de los presos palestinos más destacados recluidos en cárceles israelíes, así como de cientos de personas detenidas durante el asalto de Israel.

Aún no se han debatido otros pasos del plan de 20 puntos de Trump, entre ellos cómo se gobernará la Franja de Gaza cuando finalicen los combates y el destino final de Hamás, que hasta ahora ha rechazado las exigencias de Israel de que se desarme.

Netanyahu también se enfrenta al escepticismo de su coalición. El ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, expresó que votaría a favor de la caída del gobierno si no se desmantelaba Hamás. También dijo que votaría en contra del acuerdo, como era de esperar.

Militares estadounidenses, en acción

El jefe de Hamás en Gaza, Khalil Al-Hayya, afirmó haber recibido garantías de Estados Unidos y otros mediadores de que la guerra había terminado. Mientras tanto, el Gobierno de Israel hizo lo propio.

“El gobierno acaba de aprobar el marco para la liberación de todos los rehenes, tanto los vivos como los muertos”, aseguró la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en un comunicado.

La liberación de esos cautivos “debería poner fin a la guerra”, aseguró más temprano el canciller israelí, Gideon Saar, mientras Khalil al Hayya, dijo que obtuvo “garantías de los mediadores hermanos y de la administración del presidente estadounidense Donald Trump confirmando que la guerra llegó a su final”.

Para garantizar la paz, un grupo de 200 militares estadounidenses serán desplegados en Medio Oriente, anunciaron ayer funcionarios de Washington.

En un primer momento el jefe del comando central del Ejército de Estados Unidos, almirante Brad Cooper, “tendrá 200 personas en el terreno. Su papel será el de supervisar, observar, asegurarse de que no haya violaciones”, indicó a la prensa un alto oficial.

Habrá también militares egipcios, cataríes, turcos y probablemente emiratíes, señalaron las fuentes. Otro oficial precisó que “no hay intención de enviar tropas estadounidenses dentro de Gaza”.

“La idea es hacerlo colegiado, por así decirlo. Y los israelíes obviamente estarán en contacto permanente con ellos”, detalló el oficial.

Las fuentes indicaron que poner al almirante Cooper a cargo daría “confianza y seguridad a los países árabes”.

El personal estadounidense “ayudará a crear el centro de control conjunto y luego integrar todas las demás fuerzas de seguridad que estarán allí para evitar conflictos con las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel)”, dijeron las fuentes.

“Momento histórico”

“Lo que ocurrió hoy es un momento histórico”, consideró, por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, en una inusual entrevista concedida a una cadena de Israel, en la que expresó su deseo de “paz, seguridad y estabilidad” entre palestinos e israelíes.

En Jan Yunis, en el sur de la devastada Franja de Gaza, los palestinos aplaudieron y gritaron de júbilo al anunciarse el acuerdo.

Netanyahu celebró “un gran día para Israel” y declaró que Trump debería recibir el Premio Nobel de la Paz.

Posible visita de Trump

Todavía persiste la incertidumbre sobre otros asuntos planteados por Trump, como el desarme de Hamás y que Gaza sea gobernada por una autoridad de transición encabezada por él mismo, una posibilidad rechazada por el movimiento islamista.

El presidente estadounidense anunció que intentará viajar a Egipto para la firma del acuerdo de alto el fuego, después de ser invitado por su par Abdel Fatah al Sisi. “Los rehenes volverán el lunes o el martes. Probablemente estaré allí. Espero estar allí”, aseguró.

Asimismo, dijo que “nadie será obligado a abandonar” Gaza.

Las negociaciones para una segunda fase del plan de Trump debieron comenzar “inmediatamente” después de la firma del acuerdo sobre la primera etapa, anunció un responsable de Hamás.

Después del anuncio, la Defensa Civil de Gaza informó de nuevos bombardeos israelíes.

La luz al final del túnel se observa, pero es opaca.

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