Pactan que CNDH se abra a colectivos
Luego de un tenso enfrentamiento y denuncias públicas por presuntas agresiones, Cecilia Flores Armenta, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, sostuvo una reunión con la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, tras lo cual se pactaron compromisos institucionales para abrir las puertas de la comisión a víctimas y colectivos de todo el país.
Según informó la activista, en el encuentro se le entregó a la ombudsperson una pala simbólica.
“Le pedimos que cada que vaya a tomar una decisión que afecte a las víctimas, piense en su historia, para que esa pala le recuerde el dolor por el que luchó su madre y ahora nos toca luchar a nosotras”, escribió en alusión a Rosario Ibarra de Piedra, madre de la actual titular de la CNDH y figura histórica en la defensa de los derechos humanos.
Según la buscadora, Piedra Ibarra se comprometió a iniciar mesas de trabajo, la primera será el próximo martes, con la participación de víctimas y colectivos. También prometió renovar a funcionarios señalados por obstaculizar el trabajo de la Comisión o emprender acciones legales contra otras víctimas.
Tensiones
La reunión ocurrió tras un episodio polémico en las instalaciones de la CNDH, donde Flores denunció haber sido agredida física y verbalmente junto a otras 12 personas, luego de intentar ingresar al edificio sin respuesta institucional. “Fuimos recibidos a golpes ante la vista de quienes deberían defendernos”, aseguró la activista.
El colectivo, que lucha por la localización de personas, exigía una audiencia pública con Piedra Ibarra, argumentando omisiones y revictimización desde el interior de la Comisión.
“Tomamos la CNDH porque no solo ignoran el dolor de todo un país, también lo justifican”, dijo Flores en un video difundido desde la sede.
Además, amagó con bloquear Periférico si no eran recibidos por Piedra Ibarra en una audiencia pública y transmitida en vivo, para que todas las víctimas del pudieran verla y oírla.
Por su parte, la CNDH negó las acusaciones, afirmando que nunca se impidió el acceso a la activista, aunque reconoció que se activaron protocolos de seguridad ante una supuesta amenaza de toma del edificio. “Ella llegó amenazando con que iba a tomar el edificio”, indicó la institución en un mensaje publicado en redes sociales.
Flores, sin embargo, reafirmó su versión y aseguró contar con pruebas documentadas de lo ocurrido.