Numismática: guía básica para empezar a invertir en monedas

El dinero, en forma de monedas o billetes, es más que una convención que hemos adoptado como sociedades para realizar transacciones, es parte crucial de reconstruir la historia de la humanidad. Y es ese estudio, al que muchas personas se dedican y esa pasión por descubrir, es lo que ha convertido a la numismática en una manera de inversión, ¿cómo comenzar a invertir en este mundo?
El Banco de México (Banxico), explica que la ciencia que se encarga de estudiar las monedas se conoce como numismática, y es una ciencia porque no se limita a la colección y clasificación de las monedas, sino que las emplea para explicar diversos fenómenos de la historia humana.
En principio, el banco central considera que es importante hacer una distinción ya que el término numismática suele emplearse indistintamente para designar, tanto el estudio de las monedas, como la actividad de coleccionarlas.
“Puede trazarse una distinción entre ser un numismático (el que se dedica a estudiar la monedas) y ser un coleccionista de monedas (como pasatiempo o inversión). Se puede ser un numismático sin ser coleccionista; se puede ser un coleccionista sin ser un numismático; o se puede ser ambas cosas a la vez”, refiere.
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Se puede comenzar en la numismática con presupuesto bajo
Para Pablo Casas Rábago, expresidente de la Sociedad Numismática de México, el interés por la numismática comenzó con tan sólo ocho años: le regalaron unas monedas que llamaron su atención por antiguas, entre ellas una de dos reales de 1766.
“Lo interesante de la numismática es que uno puede comenzar con poco presupuesto. Generalmente hay un estigma de que es para gente de mucho dinero”, comenta.
Coincide con la definición del Banco de México sobre que es una ciencia multidisciplinaria que abarca historia, economía, finanzas y derecho, además de su potencial como inversión.
Explica que en el campo de la numismática se distinguen varios tipos de personas involucradas, cada una con sus propias motivaciones y formas de interacción con las piezas.
Por ejemplo, encontramos al numismático quien define a esta actividad como una ciencia y se dedica al estudio profundo de una pieza. Su objeto de estudio puede ser una moneda, un billete, una condecoración, una medalla, o incluso acciones antiguas.
En ese sentido su interés radica en analizar diversos aspectos de la pieza, como su estado de conservación, fecha, serie y diseño. Busca entender el contexto histórico en el que se imprimió o acuñó, dónde se hizo, su valor económico en diferentes épocas, y quienes fueron sus diseñadores o grabadores. Para ellos, las piezas son “pequeñas ventanas de historia”. Tanto coleccionistas como comerciantes pueden ser numismáticos.
Otro actor importante es el coleccionista que está interesada en comprar las piezas. Su objetivo es formar una colección. Un coleccionista puede ser también un numismático si se dedica a estudiar su colección, informándose a través de bibliografía o páginas web para entender qué es lo que posee.
“No se necesita una gran inversión para comenzar; se puede empezar con colecciones muy sencillas, como monedas del año de nacimiento. Una colección puede empezar siendo barata y, al final, alcanzar un precio interesante”.
También podemos encontrar al acumulador, es un tipo de coleccionista, aunque su enfoque es más simple, sólo va juntando piezas marcándolas en un catálogo, como si fueran estampas, explica Pablo Casas Rábago.
Por su parte, el comerciante es una persona cuya forma de vida está dedicada a la compra y venta de piezas numismáticas. Su principal motivación es el negocio. Aunque se dedica al comercio, puede o no estudiar las piezas. Al igual que el coleccionista, un comerciante también puede ser un numismático.
Finalmente, encontramos al especulador o circulador, este tipo se involucra con las piezas con una visión a futuro. “Compra una pieza porque se pone de moda o porque anticipan que su valor aumentará en el futuro (por ejemplo, comprando oro cuando su precio está subiendo). Generalmente, no poseen tanta información detallada como los comerciantes o coleccionistas”, dice el expresidente de la Sociedad Numismática de México.
Por todo lo anterior, advierte que es fundamental informarse adecuadamente antes de adquirir piezas para evitar ser víctimas de fraudes o pagar precios excesivamente altos que no reflejan la realidad del mercado.
El camino para introducirse en la numismática
Pablo Casas Rábago recomienda que para incursionar en el ámbito de la numismática es necesario informarse y evitar errores comunes.
El primer paso y el más crucial es informarse adecuadamente. Como se suele decir en numismática, “primero el libro y después la moneda”, comenta. Es fundamental estudiar para evitar ser víctima de fraudes, o para no pagar precios excesivamente elevados que no reflejan la realidad del mercado.
Aclara que no se necesita una gran inversión inicial. Por ejemplo, se puede iniciar coleccionando monedas de un peso de México a través de la historia, comenzando con una moneda actual y luego buscando piezas más antiguas o de mejor estado de conservación para mejorar la colección gradualmente.
También, dice, hay muchas publicaciones en redes sociales o portales de noticias que señalan precios elevadísimos para monedas o billetes recientes, lo cual genera desinformación y no refleja la realidad del mercado numismático.
Por ello, recomienda acercarse a fuentes de información gratuitas como la Sociedad Numismática de México que ofrece asambleas que se transmiten en vivo en redes sociales el segundo lunes de cada mes. También publican una revista trimestral con artículos de investigación.
El experto agrega que además organizan convenciones, una de las más grandes de América Latina, que son accesibles al público y donde se puede hablar con comerciantes y expertos. “Pueden orientar a los nuevos interesados a acotar su objeto de estudio y presupuesto”.
El especialista destaca que no se pueden dar precios exactos porque “cada pieza va a tener un valor diferente” en función de la combinación de estos factores como estado de conservación, demanda, rareza, metal en el que está acuñada la pieza, contexto histórico y numismático”.