Nuevo talento y curva de aprendizaje: ¿Hasta dónde debe guiar el líder?

Ser el nuevo en una empresa causa miedo y emoción, pero para poder adaptarse, el líder tiene la tarea de acompañar al colaborador durante la curva de aprendizaje, es decir, que aprenda y se adapte a los procesos.
Sin embargo, el líder tiene que conocer cuáles son los límites para no caer en una actitud paternalista, pero tampoco deje a la deriva al nuevo colaborador, ya que, en ambos casos, perjudica la productividad e incluso la relación con el equipo.
Te puede interesar
-
El Empresario
Sólo uno de cada cuatro jefes está comprometido con su trabajo
El Empresario
El futuro del trabajo: Habilidades blandas, la clave para el éxito en un mundo tecnológico
Es decir, si el nuevo integrante recae en el mismo error y esto se prolonga, pueden surgir comentarios como: “A él lo pasan de largo y a nosotros se nos pide cierta calidad de nuestro trabajo”, lo que implica favoritismos y disminuya el compromiso, explica Ivonne Mijares, facilitadora de competencias blandas, desarrollo personal y organizacional.
¿Cómo debe ser el acompañamiento de un líder?
El tiempo promedio de adaptación varía de acuerdo al tipo de puesto, por ejemplo, si se trata de un puesto operativo, en el que los procesos sean repetitivos, es de 15 días a un mes, mientras que en un puesto administrativo o que requiera análisis, como un supervisor, es de dos a tres meses.
En el caso de las gerencias, el tiempo promedio de adaptación es de tres a cuatro meses, pero depende de la complejidad, como el número de personas a cargo. “Todo depende del puesto, porque cuando tienen personal a cargo y va incrementando, esto puede ser hasta el año”, comenta Nefris Ventura, CEO de la firma Más Humanos.
En este sentido, el acompañamiento de un líder en la curva de aprendizaje también implica en la relación con los demás, para que se sienta aceptado y se adapte más rápido.
Aunado a que el acompañamiento y enseñanza de los procesos es fundamental, pero para saber si el colaborador está aprendiendo, primero hay que crear un vínculo de confianza, porque muchas veces los nuevos integrantes temen preguntar de nuevo y sentir que no son aptos para el puesto.
Hay que hablar de esos momentos de confianza, como líder decir: ‘Oye, si no hicimos ese famoso clic o confianza, podemos sentarnos, hablar de ello y volver a intentar’”, explica Nefris Ventura.
Sin embargo, si el líder siente que el nuevo colaborador no progresa, pierde el interés y se intentó más de un plan, debe poner límites, ya que si permite que la situación siga, se crea un círculo vicioso, del cual el líder puede presentar desgaste físico y emocional, al igual que el nuevo colaborador.
¿Hasta qué punto es tolerable un error en la curva de aprendizaje?
Dentro de la curva de aprendizaje, los errores son comunes e incluso permiten reforzar el aprendizaje, pero si esto llega a cometerse con frecuencia o no hay un avance, el líder tiene que intervenir.
En este contexto, los errores también cambian, por lo que si pasan las semanas se comete el mismo fallo, quiere decir que hay un estancamiento en la curva de aprendizaje.
Por ejemplo, si una persona quiere aprender a andar en bicicleta por la calle, primero tiene que aprender a mantener el equilibrio, si no pasa de este paso, no podría avanzar al siguiente nivel, como practicar en un espacio abierto y después en la vía pública.
“Cuando entras a una empresa, los primeros errores son cuando estabas aprendiendo, pero después de eso, hay que pasar al siguiente nivel, por lo que los errores deberán ser distintos”, argumenta Ivonne Mijares.
A pesar de que es una situación complicada, el líder tiene que tomar una decisión, ya que el desgaste es por parte de ambos y puede que la lección no haya sido la adecuada.
3 puntos clave para un mejor acompañamiento
Ser la persona que ayude a guiar a un nuevo integrante es una tarea que requiere de habilidades blandas y también planeación, lo que ayudará a facilitar la curva de aprendizaje, por ello, estos son tres puntos clave que no deben faltar en un líder:
» 1. Tolerancia y paciencia: Las personas no aprenden de la misma manera, por lo que un líder debe tener en cuenta que dicha persona tendrá errores y los podrá cometer más de una vez y por eso, el líder debe ser paciente y guiarlo.
» 2. Crear un plan con objetivos: Para tener noción de los avances, se aconseja crear un plan semanal o mensual con objetivos que debe aprender el nuevo colaborador. Esto ayudará al líder a conocer si hay progreso y qué velocidad de adaptación tiene la persona.
» 3. Dar retroalimentación: La retroalimentación es clave dentro de la curva de aprendizaje, en el que también se reconoce los logros y avances. Cabe mencionar que este paso se puede dar cada semana, en un ambiente tranquilo y empleando un tono tranquilo.
“Como líder, si desde el principio notas que algo no está funcionado, tienes que sentarte con esa persona y comentar: ‘Nos estamos dando cuenta —en la primera, segunda semana— de este error, te lo comento para buscar alternativas y si no funciona, nos ponemos a hablar de nuevo’”, explica Ivonne Mijares.