No hay tiempo en Salud
No hay tiempo, se tienen que tomar decisiones en cuanto al sector Salud se refiere. Para nadie es desconocido que desde la administración pasada se tiene un gran rezago e importante deuda en el sector, lo que conlleva que las personas que dependen de los servicios de la salud pública no puedan atenderse ni acceder a medicamentos, y se agudiza el tema, de ahí que las autoridades bajo la secretaría que encabeza David Kershenobich, debe mover rápido sus fichas.
Se tiene hasta agosto para establecer las coordenadas nacionales de salud que se llevarán a cabo en el corto, mediano y largo plazo, pero, de ser así, su aplicación llevaría por lo menos seis meses, y en tema de salud, el tiempo ya cobra vidas por falta de medicamentos, utensilios y mantenimiento en hospitales.
De ahí la urgencia de que las autoridades del sector redoblen esfuerzos y puedan alcanzar desde una licitación de medicamentos, hasta un plan nacional donde vuelvan a ser aliados todos los agentes de la cadena de valor, porque simplemente el presupuesto destinado a este rubro de parte de las autoridades no alcanzará.
Está lejos de atender las necesidades de los derechohabientes del IMSS, que dirige Zoé Robledo e ISSSTE, que comanda Martí Batres, quienes por cierto siguen pagando o, ya pagaron sus cuotas patronales.
Sabemos que la deuda que se tiene con las farmacéuticas privadas es de varios millones de pesos, y no puede tener un borrón y cuenta nueva, pero los acuerdos pueden alcanzar esquemas reales y viables, no cabe duda de que la presidenta Claudia Sheinbaum se ha manejado con un compromiso con el cual, hoy el gremio confía y no baja la guardia en pro de avanzar.
Por lo pronto, el plan nacional de desarrollo tiene que impactar en los planes sectoriales. De ahí que las autoridades, tienen procesos echado andar, comenzando por concluir las negociaciones entre sector público, académicos, integrantes del sector privado y de otras instituciones para poder aterrizar el plan sectorial de la Secretaria de Salud.
Los tiempos apremian y se espera que en estos días se resuelva el proceso de licitación de medicamentos, mismo que hace unos días se anuló debido a algunos aparentes malos manejos en el proceso.
Nos aseguran que este proceso de licitación se va a agilizar y buscar que todos aquellos laboratorios Farmacéuticos que se apegaron a los procesos legales puedan ser reasignados, y se concluya el proceso en un tiempo récord.
Aunado a ello, se comienza a reactivar la investigación clínica que asciende a 200 millones de dólares para este año, pero que fácilmente podrían duplicarse durante el 2026.
Lo cual no sólo se traduciría en medicamentos y tratamientos más accesibles y acorde al ADN de los mexicanos, sino a una prevención que se traduciría en reducir de costos para el país. Haciendo realidad, por fin, la prevención. Además de empleo e inversión empresarial.
En fin, en los últimos días se han anunciado algunas mejoras al marco regulatorio con el objetivo de reducir de 180 a 40 días la tramitología en investigación clínica o aprobación de medicamentos en caso de ser avalados por la FDA. Pero de que se deben dar los pasos ya hablados es más que urgente, y el tiempo se acaba.