No es marketing, es ‘story-healing’; marcas que rompen tabúes ganan para siempre
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Hay conversaciones que en Latinoamérica siguen escondidas bajo la alfombra: violencia doméstica, sexo, orientación sexual, salud mental, menstruación, abuso sexual, infertilidad, menopausia. Temas que incomodan, que se callan en casa y que, durante años, las marcas decidieron no tocar. Su papel era vender producto, no conversación.
Pero algo cambió. Hoy los consumidores buscan autenticidad y propósito, no solo promociones. Y las marcas que se atreven a abrir ese cajón logran dos cosas: primero, conexión emocional y lealtad, porque validan experiencias ocultas; segundo, sí, asumen riesgos reputacionales. Sin embargo, cuando lo hacen con rigor y alianzas reales, se convierten en agentes de cambio social. Desde el neuromarketing sabemos que el cerebro responde más fuerte a estímulos cargados de emoción. El silencio familiar genera dolor, frustración y hasta culpa. Romperlo provoca catarsis. Cuando una marca valida lo que miles sienten pero nunca dicen, ocurre un “momento espejo”: “no soy la única, alguien más lo ve, alguien más me entiende”. Esa chispa libera oxitocina (la hormona de la confianza) y construye vínculos profundos. ¿Recuerdas la campaña #BloodNormal de Libresse? Mostró sangre real en lugar del clásico líquido azul. Fue más que publicidad: un acto de liberación colectiva. O Avon, que no se quedó en el discurso y creó recursos y alianzas contra la violencia doméstica. Ahí está la diferencia: hablar y hacer. Porque si te quedas solo en el discurso, caes en el oportunismo barato. En el marketing vacío. En México también se sienten chispazos de este cambio. Una campaña en TikTok con el mensaje “Tu salud mental no necesita aprobación” fue compartida miles de veces en horas. No fue viral por presupuesto, sino por valentía. Abrir estos temas incomoda, genera debate, incluso rechazo. Pero callar también cuesta caro. Las nuevas generaciones tienen un radar afinado para detectar cuando una marca solo se sube al tren sin aportar nada. Por eso, si una empresa toca un tema sensible, debe hacerlo con empatía, responsabilidad y recursos reales: líneas de ayuda, alianzas con ONGs, programas de acompañamiento. No se trata de likes; se trata de impacto. Y cuando se hace bien, el retorno llega en preferencia, diferenciación y, sobre todo, lealtad emocional. Los datos hablan: la violencia intrafamiliar y de género en México es alta, pero la denuncia es baja por miedo, estigma o desconfianza en las autoridades. Ese silencio funciona como mecanismo de supervivencia. Las campañas que lo rompen ofrecen un nuevo lenguaje y permiso social para hablar. Y en la era digital, ese lenguaje encuentra eco. Los contenidos que abordan tabúes se viralizan no por producción, sino por resonancia emocional. Las redes sociales se han vuelto caja de resonancia para esos silencios, aunque la efectividad clínica de sus recursos aún esté en debate.
Las marcas lo hacen por dos razones. La primera: propósito y diferenciación, un brand purpose que trasciende el producto. Y segundo, por engagement orgánico, cuando un mensaje auténtico sobre un tabú conecta, genera conversaciones y alcance orgánico que el marketing tradicional no consigue. Como CEO y consultor lo confirmo: la lealtad más fuerte no se gana con jingles ni descuentos, sino con la valentía de decir lo que otros callan. Los consumidores buscamos marcas humanas, que se manchen las manos y abran conversaciones que sanen. El marketing ya no es solo storytelling. Es story-healing™. Y las marcas que lo entiendan no solo venderán productos: ocuparán un lugar en el corazón y en la mesa familiar. Créeme, ahí es donde la lealtad no se rompe fácil. _____ Nota del editor: Ronald Meneses es CEO de RM Your Marketing Partners, Escritor y Contribuidor para medios internacionales como Orlando Business Journal y Florida Realtor Magazine. Con un Master en Marketing y más de 15 años de experiencia en marketing estratégico, digital, branding, social media y desarrollo de negocios. Ha asesorado a emprendedores, pymes y empresas en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, ayudándolos a impulsar crecimientos sostenibles, alineados con las nuevas tendencias digitales. Síguelo en Instagram y/o escríbele a ronald@ronaldmeneses.com Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor. Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión
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