Mujeres zapotecas que transforman el cacao en tradición y emprendimiento

El chocolate deleita a cualquier persona, ya que existen combinaciones para todos los gustos. Pero, detrás de este producto, existen emprendedoras de comunidades indígenas que forman parte de la elaboración.
En el marco del Día de la Mujer Indígena, celebrado cada cinco de septiembre, que tiene la finalidad de visibilizar el rol de las mujeres indígenas, defender la identidad de sus comunidades y mostrar la riqueza cultural, de acuerdo con ONU Mujeres te contamos de Gabriela Cuevas, fundadora de Flor de Molienda, quien se dedica a la molienda del cacao, un proceso que tritura la semilla hasta tener una pasta que forma la base del chocolate.
En mi comunidad no había un lugar donde pudiéramos realizar las moliendas de chocolate. Este modelo de negocio es muy conocido en Oaxaca, pero aquí en la población la gente se tenía que trasladar hasta la ciudad de Oaxaca”.

Un proceso lleno de tradición y sabor
Aunque el chocolate caliente se consume en temporadas de invierno, en el municipio de San Juan Bautista Guelache, Oaxaca, zona donde habitan personas de origen Zapoteco, el chocolate se usa para cualquier festividad o evento, sin importar la temporada.
En la región donde vivo todo es fiesta, los grandes acontecimientos se celebran con chocolate, como en las fiestas familiares, donde se reparte el chocolate, y también en otros momentos, como en los funerales”.
El negocio de la molienda cuenta con una característica peculiar, un olor a chocolate que emana de las semillas mientras se trituran. El aroma es tan envolvente que llama la atención de los transeúntes, un efecto que a Gabriela Cuevas cautivo y motivó a fundar su negocio.
Por otro lado, comenta que, al visitar la Ciudad de México para vender sus productos, las personas se sienten atraídas por el chocolate oaxaqueño.
“Les ofrecemos chocolate con especias naturales como cardamomo, nuez, arándanos y avellana. También tenemos una combinación con chile pasilla y cacahuate, romero, jengibre y canela. A la gente se les hace raro al principio, pero cuando lo prueban, se dan cuenta que es muy rico”, puntualiza la emprendedora.
Un negocio compuesto únicamente por mujeres
El negocio se compone de cuatro mujeres: Rosalba, encargada de mostrador y eventos; Joseline, quien inició en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro y ahora colabora de tiempo completo; Clara, que está dentro del programa y Gabriela, fundadora de Flor de Molienda, pero también se ocupa de todas las áreas.
Al preguntarle porque únicamente son mujeres, Gabriela Cuevas relata que han tenido hombres colaborando con ellas, pero no duraban mucho tiempo y su desempeño era mínimo, ya que notaban retrasos en los pedidos, no se comunicaban o faltaban.
Aunado a que percibe menos compromiso por parte de los hombres en la elaboración de alimentos, como en este caso, el cacao, por las costumbres de la comunidad. Esto provoca que la carga de trabajo sea mayor, como al transportar los costales de cacao al molino, cuando se ocupan dos mujeres o en algunos casos, los proveedores las apoyan.

Equipo Flor Molienda.
Regateo y escasez de cacao
La elaboración de cacao se encuentra en un momento complicado, debido a que su producción disminuyó 11% durante 2023 y 2024, situación que no se había visto en más de 50 años, de acuerdo con la Organización Internacional del Cacao (ICCO).
Gabriela Cuevas explica que hacer las moliendas de cacao no es barato, sobre todo en estos últimos años con la escasez, lo cual ha hecho que incrementado su valor. También se vuelve complicado conseguir semillas de calidad que no cambien el sabor ni la calidad del producto.
El chocolate, al menos en Oaxaca, era muy barato porque se veía como un oficio cotidiano. Desde el año pasado, con la escasez mundial del cacao, aumentó tanto el precio, pero esto ha servido para darle el valor de verdad a la semilla y al trabajo de los productores”.
Sin embargo, el aumento del precio del cacao derivó en el regateo y comentarios sobre el precio de los productos. A pesar de esto, con el tiempo disminuyeron los comentarios al entender el proceso y la situación mundial del chocolate.
La diseminación al ser una mujer emprendedora indígena
En el país, alrededor de 39.2 millones de personas se identifican como indígenas, de las cuales 51% son mujeres; sin embargo, tres de cada 10 indígenas han sufrido discriminación, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Este hecho también ha afectado a Gabriela Cuevas, quien afirma haber sido discriminada, pero esto no la ha detenido en su negocio, ni en su crecimiento profesional.
Nosotras como mujeres indígenas, somos las primeras que debemos darnos el valor. Al principio a mí me daba pena hablarle a la gente para ofrecer mi producto”.
A causa de esto, hace un llamado a todas las mujeres emprendedoras a no temer a abrir un negocio, mantenerse capacitadas y no menospreciar sus productos por malos comentarios.
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