México y la inversión

Hace unos días, la Asociación de Parques Industriales anunció la conclusión de 13 parques a lo largo del país. La asociación registra la construcción de una centena más, que se suman a la de otros inversionistas que también desarrollan parques bajo otros esquemas.

El punto es que continúan las inversiones en infraestructura privada para apoyar la puesta en operación de manufactura enfocada, primordialmente, a la exportación. La industria automotriz seguirá siendo la principal manufactura de exportación nacional, ya existen acuerdos que permitirían mantener e incrementar su presencia en el país.

El reto será cómo se va a acompañar a la industria automotriz de exportación con la producción de autos para consumo nacional y su exportación a destinos distintos a América del Norte. En otras industrias, en realidad México tendrá ventajas comparativas, por la capacidad exportadora que se ha construido, pero también por no tener aranceles con respecto a otras naciones, gracias a nuestro tratado con una de las regiones económicas más relevantes.

El país tendrá, después de este período turbulento de inestabilidad, la posibilidad de construir una plataforma exportadora en áreas como la farmacéutica, la de dispositivos médicos, la electrónica, la de electrodomésticos, la telefónica o la de aparatos de cómputo.

Las oportunidades también estarán en otras áreas más tradicionales, como juguete, textil o vestido, donde también podremos exportar a Norteamérica, además de proveer mejor al mercado nacional. Es por eso que el apetito por parques industriales continúa, eso es porque la relocalización es un fenómeno en marcha, en condiciones complejas en el corto plazo, pero promisorias para los próximos años.

Las nuevas condiciones de comercio global van a obligar a repensar algunas de las vocaciones productivas de la economía mexicana. La idea es mantenernos como una potencia exportadora, pero ahora con un énfasis distinto, en nuevas áreas.

Lo bueno es que estamos en una posición de privilegio, con tratados que nos ofrecen ventajas, y con desarrollos en áreas de alta complejidad productiva. El reto es poder incorporar más insumos a nuestros productos de exportación, aprovechar mejor el mercado nacional y desarrollar procesos productivos con mayor innovación y más intensivos en tecnología.

Ese es el reto principal del Plan México como política industrial: desarrollar procesos productivos más tecnológicos, innovadores, en áreas en las que vamos a poder exportar con mayores ventajas y en las que el mercado nacional nos ofrece oportunidades.

La ventaja es que tenemos un plan, en capacitación, en desarrollo de tecnología, en incorporación de insumos nacionales, en financiamiento a Pymes, en infraestructura, que nos va a permitir alcanzar esa meta.

Es por eso que los parques se siguen construyendo, que encuentran alternativas privadas de financiamiento, porque la reconfiguración comercial actual va a fortalecer a México como una potencia exportadora, en sectores de alta complejidad.

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