México tardó 30 años en erradicar el gusano barrenador del ganado; reinfestación actual suma ya más de 1,400 casos en menos de 6 meses

México, con la ayuda de Estados Unidos, tardó 30 años en erradicar un brote de Gusano Barrenador del Ganado (GBG), ocurrido a finales del siglo pasado y principios del presente. Actualmente enfrenta una reinfestación y, aunque desde 2024 implementó un plan de emergencia ante el amenazante avance del parásito desde Panamá y Costa Rica, ―donde se notificaron brotes desde 2023―, el 21 de noviembre de 2024 se reportó el primer caso en territorio mexicano y, para el 9 de mayo pasado, sumaban ya 1,078 comprobados y 48,413 animales susceptibles en siete estados del sur del país. La movilización de ganado, de manera legal, como de contrabando, parece explicar, al menos en parte, el problema.
Las autoridades mexicanas implementan una estrategia de contención, pues su erradicación tendrá que implicar un trabajo internacional y un presupuesto importante y tiempo. Por lo pronto, una de las primeras consecuencias ha sido el cierre por 15 días (del 11 al 25 de mayo) de la frontera de Estados Unidos a la importación de ganado procedente de México, lo cual, según algunos cálculos genera pérdidas por 11.4 millones de dólares diarios.

Una larva que se alimenta de carne viva
El GBG (Cochliomyia hominivorax) también llamado coquerel, es una larva que se alimenta de carne viva de los animales de sangre caliente como bovinos, caprinos, animales domésticos y silvestres, incluso puede afectar a los humanos causando miasis.
Las infestaciones se producen cuando la mosca hembra pone sus huevos en los bordes de heridas superficiales y ocasionalmente en mucosas. Una vez que las larvas se alimentan de los tejidos vivos y fluidos, crecen y progresivamente agrandan la herida. Después de alimentarse de cinco a siete días, las larvas dejan la herida y caen al suelo, cavan en la tierra para transformarse en pupa, y posteriormente en moscas.
El GBN no se contagia de animal a animal y si se atiende curando las heridas los animales se recuperan.
30 años costó deshacerse del parásito
De acuerdo con el Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), en 1972, los gobiernos de México y Estados Unidos celebraron un acuerdo para implementar un programa para la erradicación del gusano barrenador del ganado. Así lo consigna el documento “análisis del impacto potencial del Gusano Barrenador del Ganado en México”.
Según el Plan de Emergencia para hacer frente a la presencia de GBG en el sur de México, del mismo organismo, este parásito no está (estaba) presente en México desde 2003, cuando se publicó oficialmente su erradicación en el Diario Oficial de la Federación.
Su erradicación completa para los territorios de México y Estados Unidos entre 1960 y 1991 implicó un costo de 750 millones de dólares, es decir, 955 millones en valor del 2020.
Concretamente, el programa de erradicación implementado en México implicó durante 19 años la dispersión de 250,631 millones de moscas estériles, durante 58,000 horas de vuelo. Ese programa tuvo un costo de 620 millones de dólares (790 millones de dólares de 2020).
En abril, académicos alertaron del desplazamiento de la mosca desde Centroamérica
Un estudio realizado por Alejandro Zaldívar Gómez, especialista del Laboratorio de Ecología de Enfermedades y Una Salud de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM y otros académicos publicado en www.sciencedirect.com en abril pasado, alertaron sobre la acelerada propagación desde Centroamérica hacia Norteamérica.
Refirieron que, desde junio de 2021, se había reportado el resurgimiento del gusano barrenador en Panamá, específicamente cerca de la región de El Darién, en los límites con Colombia.
Los académicos indicaron que el gusano barrenador avanzaba en dirección hacia el norte a una velocidad de entre 1.2 y 1.9 kilómetros por día.
México busca contener el problema en el sur
De acuerdo con datos del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (USDA por sus siglas en inglés), los Servicios de Inspección Sanitaria de Animales y Plantas (APHIS, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos y el Senasica, del 21 de noviembre, cuando inició la emergencia zoosanitaria por la reaparición del GBG en México, hasta el 11 de mayo de 2025, se han confirmado 1,440 casos en siete estados del sur del país.
En Chiapas había 851 casos; Tabasco, 268, Campeche, 181; Quintana Roo, 28; Yucatán, 6, Oaxaca, 3 y Veracruz, 3.
Por especie, en bovinos se tenía el registro de 1,230 casos (85.42%); equinos, 90 (6.25%).
Las autoridades habían atendido 1,949 reportes de miasis, con 181,665 animales inspeccionados.
Datos compartidos por el Coronel Armando García López Director de la Comisión México-Estados Unidos para la prevención de la fiebre aftosa y otras enfermedades exóticas de los animales de Senasica, permiten apreciar que en todo 2024 hubo tres casos (uno en la semana 47, otro en la 48 y uno más en la 51).

Si se analiza la aparición de casos por semana se observa un repunte a partir de la semana siete de este 2025 con 17 casos hasta llegar a 122 en la semana 12. En la semana 14 el número bajó a 20.
Hasta el 9 de mayo de 2025, Panamá había registrado 7,618 casos; Costa Rica 64; Nicaragua, 8,600; Honduras, 1,078; El Salvador, 1; Guatemala 1 y Belice 53.

María del Rocío Campuzano Hernández, especialista en Sanidad Agropecuaria Inocuidad y Calidad de los Agroalimentos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IIACA), explicó a este periódico que son diferentes factores que explican el incremento en el número de casos registrados de GBG en México.
Incluso, puede ser la atención de los dueños de animales a los llamados de las autoridades a notificar los casos que detecten. “Eso puede estar reflejando el aparente incremento de casos”.
Dijo que si se retiran las larvas y se curan las heridas el ganado se recupera. “Sin heridas no hay gusaneras”.
Recalcó que las autoridades realizan trabajos de inspección para evitar que ganado afectado o enfermo llegue a los lugares de sacrificio y destinar la carne para consumo humano. Además, indicó que en el caso de que, por alguna razón, las personas consumieran carne de una res que haya sido sacrificada teniendo alguna herida con gusano barrenador de ganado no afecta su salud. No se transmite por la carne, se transmite solo por la mosca.
Aparecen las consecuencias: Estados Unidoscierra su frontera a ganado en pie de México
Además de la afectación del ganado mexicano, la consecuencia más relevante para los productores mexicanos es el cierre de la frontera de Estados Unidos al ganado procedente de México.
De hecho, en noviembre pasado, a raíz del registro del primer caso en Catazajá, Chiapas, México, como medida precautoria, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos pausó temporalmente la importación de ganado desde México. La frontera se reabrió el 5 de febrero de 2025, a través de las estaciones cuarentenarias de San Jerónimo, Chihuahua y Agua Prieta, Sonora.
El fin de semana pasado, en su cuenta de X, el secretario de Agricultura, Julio Berdegué informó que la secretaría de Agricultura de Estados Unidos, le comunicó que ese país cerraría la frontera a la exportación de ganado en pie por 15 días para revisar la estrategia conjunta para atacar el GBG.
El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) señaló que se estima que, por la suspensión de exportaciones, México dejaría de ingresar 11.4 millones de dólares diarios en divisas provenientes de la venta de ganado.
Al respecto, el director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), Juan Carlos Anaya Castellanos, explicó a El Economista que México exporta diariamente a Estados Unidos entre 3,000 y 5,000 cabezas de ganado.
En 2024 se exportaron a esa nación un millón 277,000 cabezas, con un valor de 1,300 millones de dólares. Eso quiere decir que cada becerro que se exporta tiene un precio de alrededor de 1,100 dólares.
Dijo que el ganado que no se exporte al vecino país del norte, se venderá en el mercado nacional, donde se paga actualmente a alrededor de 88 pesos el kilo. En promedio cada animal pesa 250 kilos, por lo que cuesta alrededor de 22,000 pesos o 1,128 dólares.
Actualmente, juega en favor de los productores el hecho que, debido a la sequía bajó la oferta de bovinos y hay alta demanda de ganado en el mercado nacional.
Además, debido a los casos de GBG en la frontera, se ha reducido la entrada de ganado procedente de Centroamérica, lo cual ha contribuido al incremento de los precios del ganado.
En entrevista, el especialista consideró que es probable que con las medidas de contención implementadas por el gobierno mexicano en el sur del país, se logre convencer al gobierno de Estados Unidos y cumplidos los 15 días, abra nuevamente su frontera al ganado procedente de México.
Además, dijo que debe considerarse que actualmente Estados Unidos tiene el menor inventario de ganado desde 1951, por lo cual le hace falta el abasto desde México.
Recordó que en 2020 México le vendió un millón 529,000 cabezas de ganado. En 2025, a abril se llevaban exportadas 235,000 cabezas.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), durante 1984 las pérdidas provocadas por la presencia de ese gusano ascendían a 134 millones de dólares.
Estimaciones citadas por Senasica, dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), señalan que el costo de una potencial reinfestación en la región ascendería a 830 millones de dólares.
El contrabando de animales explica parte del problema
Para Alejandro Zaldívar Gómez y sus compañeros académicos, el contrabando de animales explica al menos en parte el problema.
“En nuestro análisis, identificamos un umbral de 50 kilómetros para distinguir los desplazamientos inusuales o atípicos de los brotes. Este hallazgo indica que los movimientos más allá de esta distancia probablemente estén asociados con el movimiento no regulado o informal del ganado, en lugar de patrones naturales de dispersión”.
Fuentes del sector consultadas por este periódico refieren que en 2024 ingresaron de manera legal a México desde Centroamérica alrededor de 8,000 cabezas de ganado, pero se estima que de manera ilegal o de contrabando entre 600,000 y 800,000.
Generalmente ese ganado es para consumo nacional, puesto que el que se exporta a Estados Unidos es de alta calidad.
El presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, Álvaro Iván Bustillos Fuentes exigió el cierre de la frontera sur al ganado procedente de Centroamérica, por poner en riesgo la calidad de los hatos mexicanos.
Por su parte, el Coronel Armando García López, de Senasica, comentó que el avance de casos se debe principalmente al comercio del ganado bovino, debido a que México recibe flujos importantes de importaciones de ese tipo de animales desde Centroamérica.
Hay otros factores que se analizan, por ejemplo, si la mosca se volvió más agresiva o resistente o si la calidad de producción de mosca estéril para combatirla es la adecuada, pero eso queda en discusión.
Según el funcionario, seguramente, si tenemos un avance progresivo tendremos que blindar a los estados productores que van a exportar de tal manera que las medidas que están en la primera y segunda barrera establecidas en el sur del país, que no son las únicas, si se llegan a tener problemas en el centro del país se tendrán que implementar medidas especiales para que no lleguen a los estados exportadores que son los fronterizos y puede ser que se tomen medidas cuarentenarias.
Lo primero que hay que hacer es contener y en esta etapa estamos para luego erradicar el problema lo cual es más complejo, porque constantemente se va a estar reinfestando con el flujo de los animales del sur. La estrategia de erradicación tiene que aplicarse estrictamente con las características de esta enfermedad que es transfronteriza. No puede ser solamente una decisión de México. Tenemos que hacer una estrategia regional de erradicación junto con los demás países afectados, indicó el especialista.
María del Rocío Campuzano Hernández, especialista IIACA, dijo que no se cuenta con elementos que permitan tener una idea de cuánto tiempo le puede llegar a México erradicar al GNB del país. “No es factible adivinar cuanto tiempo va a pasar. Nadie lo puede adivinar”.