Más que focos: así transforma la iluminación tu jornada laboral

La iluminación en una oficina no debería considerarse un detalle decorativo ni una cuestión secundaria. Es un elemento que influye directamente en cómo se sienten y cómo rinden las personas en su jornada laboral.
Trabajar en un espacio mal iluminado puede generar agotamiento, incomodidad e incluso afectar el estado de ánimo. En cambio, cuando la luz acompaña de forma natural el ritmo del día y responde a las necesidades del entorno, se convierte en una aliada del bienestar y la productividad.
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Los años de experiencia me han enseñado que cada vez es más evidente que los espacios laborales deben adaptarse a las personas y no al revés. Por lo tanto, en temas de iluminación es posible ajustar las luces para ofrecer a los colaboradores espacios acorde a sus necesidades, por ejemplo, al utilizar el cambio progresivo de temperatura de color, imitando los cambios naturales de la luz exterior, de esta manera se puede fomentar la concentración por la mañana, ayudar a mantener la energía durante la tarde y facilitar la transición hacia el cierre del día.
Esta técnica favorece que el cerebro se alinee con los ritmos circadianos naturales, es decir, con los cambios físicos, mentales y conductuales que el cuerpo atraviesa a lo largo de un día; esto es posible, gracias a tecnologías que regulan la intensidad y el tono de la luz según el momento, o que detectan cuándo y dónde se necesita más iluminación, de esta manera, no solo se cuida la salud visual de los colaboradores, también se optimiza el uso de energía.
Asimismo, ofrecer múltiples configuraciones de trabajo, permiten replicar el entorno más adecuado para cada actividad que se lleva a cabo dentro de la oficina. De acuerdo con el Global Occupancy Planning Benchmarking Report 2024 elaborado por JLL, los colaboradores valoran una experiencia integral desde su ingreso al entorno laboral, en un espacio que responda de manera adecuada a sus requerimientos tanto profesionales como personales a lo largo de la jornada.
En temas de ahorro de costos, de acuerdo con datos de la empresa especializada en soluciones electrónicas Lutron, la incorporación de sistemas de iluminación inteligente puede traducirse en una reducción del consumo energético que oscila entre el 30 y el 50 por ciento. Una de las técnicas utilizadas para estos ahorros son las persianas automatizadas que reducen la carga térmica en los edificios, disminuyendo el uso del aire acondicionado y generando un ahorro adicional de energía.
Adicionalmente de reducir dicho consumo, estos sistemas inteligentes también permiten entender mejor el uso real del espacio, por ejemplo: qué zonas se ocupan más, cuáles están sobredimensionadas o qué momentos del día implican mayor demanda energética. Esta información nos permite tomar decisiones más acertadas para mejorar el ambiente laboral y reducir costos.
Las nuevas propuestas en iluminación apuestan por el confort visual, buscan evitar los contrastes marcados y los reflejos molestos, creando espacios donde la luz fluye de forma equilibrada. Esto no solo mejora la experiencia de los colaboradores, también previene malestares como dolores de cabeza o fatiga ocular, que terminan afectando el rendimiento.
En la actualidad, una oficina bien iluminada no es solo aquella que se ve bonita, sino un espacio que piensa en las personas, que responde a su ritmo, que reduce su huella energética sin comprometer la calidad del ambiente.
** El autor es director ejecutivo de Proyectos y Desarrollos JLL México
Es Ingeniero Civil por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Cuenta con la certificación LEED AP Building Design + Construction. Con más de 30 años de experiencia, Gutiérrez Ochoa es un profesional en el sector de la construcción y en la administración de proyectos. Como director del área de Proyectos y Desarrollos de JLL México, lidera a un equipo de más de 300 Project Managers.
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