Los países nórdicos y bálticos impulsan el rearme de Europa frente a la amenaza de Putin
Los más de tres años de guerra en Ucrania, y la incertidumbre generada con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, están transformando la defensa en Europa hasta convertirla en una estrategia clave. El impulso al gasto militar y a la cooperación entre países, inédito desde la creación del proyecto europeo, progresa, sin embargo, a distintas velocidades. Mientras varios países del sur y el oeste del continente, encabezados por España, se muestran más reticentes a elevar vertiginosamente el gasto en defensa, Polonia, los nórdicos y los bálticos —es decir, los que sienten más cercana la amenaza del Kremlin— avanzan aceleradamente hacia niveles propios de la Guerra Fría.