Los niños son el futuro, ¿cómo preparar a los próximos líderes?
La curiosidad, ocurrencias y el entusiasmo son características de los niños, quienes crean historias llenas de creatividad al jugar o preguntar sin temor a ser juzgados, lo cual son habilidades que crean el liderazgo auténtico.
Dentro del marco del Día del Niño, que se celebra cada 30 de abril, los infantes tienen cualidades que, al prevalecer hasta ser adulto, les proporciona una gran ventaja a nivel organizacional.
Cuando un niño es escuchado, está siendo empoderado y se siembra una semilla poderosa para crear un líder y no solo nos referimos al corporativo, sino un líder en su vida, una persona productiva”, comenta Mercedes Jahn, cofundadora de Jahn Institute.
¿Cómo instruir el liderazgo desde temprana edad?
Inculcar en los niños prácticas y valores enfocados al liderazgo tiene ventajas, debido a que al ser adultos, se pierde la curiosidad y aumenta el miedo por ser juzgado, lo que conlleva crear líderes estresados o con pocas habilidades para gestionar equipos.
“En el mundo corporativo competimos entre nosotros y dejamos de ver lo importante que es cuidar del equipo. En cambio, con los niños, cuando un amigo gana se aplaude o apoya. A veces como líderes tenemos que volver a ser el niño que no tenía miedo”, argumenta Mario Elsner, fundador de Business Game Changers.
Por ello, estos son cuatro consejos para fomentar el liderazgo en los niños:
» 1. Validar las emociones: Que un niño haga un berrinche o grite de la emoción es normal, debido a que no tiene suficiente regulación en sus emociones, por lo que expresan con mayor intensidad lo que sienten.
Por ello, validar lo que siente, sin minimizar sus emociones, ayuda a que en el futuro pueda afrontar el enojo, evitando la frustración, ataques de ira o reprimir lo que siente, ya que esto puede afectar su salud mental.
» 2. Dejar que tomen decisiones: Al dejar que un niño tome decisiones que estén a su alcance, como la ropa que elige o el deporte que le gustaría practicar, fortalece su confianza.
También les beneficiará conocer las consecuencias de sus decisiones, sean buenas o malas y por ello, el acompañamiento y la comprensión es indispensable en los adultos, para apoyar a los niños en caso de un fracaso.
» 3. Respetar su autenticidad: Evitar juzgar la personalidad del niño, es decir, evitar hacer comentarios negativos como: “¿Por qué no eres como los demás niños?”.
Juzgar la personalidad provocará que se compare con los demás, se limite su personalidad y por ende, detendrá su autenticidad.
» 4. Ser congruente: No se debe subestimar la inteligencia de los niños, ya que ellos ponen atención de lo que sucede alrededor y es por eso que los padres deben ser el ejemplo de lo que quieren que sus hijos sean.
“Nosotros tenemos que ser el ejemplo de ese niño, enseñar lo que es la tolerancia, la compasión, ser serviciales y el respeto a los demás”, aconseja Mercedes Jahn.
Un líder también puede aprender de los niños
Al crecer, se deja atrás comportamientos que son característicos de la infancia, como el miedo a la oscuridad; sin embargo, Mario Elsner puntualiza en que hay cosas que no se deben olvidar y que los niños pueden enseñarle a un adulto.
Por ejemplo, cuando un niño no entiende cómo funciona algo, las preguntas no se hacen esperar. En este sentido, la curiosidad y perder el miedo a preguntar es importante para un líder, ya que esto elimina la idea de que tiene que saberlo todo.
Otra situación que se puede aprender de los niños es celebrar los logros de los demás, sobre todo cuando se trata del círculo cercano. En este sentido, el reconocimiento de los logros por parte de un líder con su equipo incrementa la felicidad y el compromiso.
Además, es frecuente que los juegos de los niños cambien constantemente, porque si no se sienten a gusto con la dinámica, buscan otras opciones. A causa de esto, al ser un adulto, cuesta salir de la zona de confort y muchas veces dejamos que siga la situación, a pesar de que incomode.