Los hongos hablan

Este mes, la Ciudad de México se vistió de naturaleza y conocimiento durante el Festival del Bosque, una celebración vibrante donde ciencia, arte y espiritualidad se entrelazaron bajo las copas de los árboles de Chapultepec. Entre charlas, talleres, conciertos y experiencias sensoriales, emergió una voz clara y firme: la del Consejo Mexicano de Hongos, una organización sin fines de lucro —de la que soy consejera— dedicada a reconectar a México con uno de sus tesoros más antiguos y potentes.

Más que una simple exposición, el Consejo convirtió su participación en una oportunidad para mostrar que los hongos no son solo ingredientes culinarios o elementos de rituales ancestrales, sino organismos fundamentales para la salud del ser humano y del planeta entero. A través de paneles, demostraciones y diálogos, compartimos con el público su potencial medicinal, ecológico, cultural y terapéutico en todas sus formas: comestibles, adaptógenos y psicoactivos.

Nuestra misión es fomentar el conocimiento, la conservación y la valorización de los hongos en México, y hacerlo en alianza con comunidades, científicos, autoridades y la sociedad civil. Desde la micoremediación (uso de hongos para limpiar suelos y aguas) hasta la implementación de terapias asistidas con psilocibina bajo supervisión médica, trabajamos para demostrar que los hongos no son una moda, sino una herramienta ancestral con aplicaciones modernas, urgentes y necesarias.

Tres miradas de la revolución fúngica

Hablar de hongos es abrir la puerta a un mundo que opera en el subsuelo, pero también en nuestras células, cocinas, terapias y ecosistemas. A continuación, exploramos tres tipos clave de hongos y su impacto:

1. Hongos medicinales y funcionales

Hongos como el reishi, la melena de león, el cordyceps y la chaga han sido utilizados durante siglos en tradiciones orientales, y hoy por fin están siendo validados por la ciencia moderna. Estudios recientes han demostrado que estos hongos pueden:

  • Modular el sistema inmunológico
  • Mejorar la función cognitiva y la memoria
  • Disminuir la inflamación crónica
  • Reducir la fatiga
  • Promover la regeneración neuronal

Como adaptógenos, ayudan al cuerpo a responder al estrés físico y emocional, y cada vez son más comunes en suplementos, cafés, tónicos y cápsulas.

2. Hongos comestibles y gastronómicos

Desde el huitlacoche hasta el shiitake, los hongos comestibles no sólo son parte esencial de nuestra cultura culinaria, sino que aportan proteínas, fibra, antioxidantes y compuestos bioactivos. El Consejo impulsa su uso tanto en la alta cocina como en la alimentación cotidiana, buscando fortalecer la soberanía alimentaria y los modelos de agricultura regenerativa.

3. Hongos psicoactivos y terapéuticos

Los hongos que contienen psilocibina, como los niños santos mazatecos, están viviendo un renacimiento científico y cultural. Estudios clínicos realizados en universidades como Johns Hopkins y la Universidad de Zúrich han demostrado su eficacia para:

  • Reducir síntomas de depresión y ansiedad resistentes al tratamiento
  • Tratar adicciones como el alcoholismo y el tabaquismo
  • Fortalecer la conexión con uno mismo, la espiritualidad y el sentido de propósito

En México, su uso tradicional en contextos ceremoniales continúa siendo resguardado por algunos pueblos indígenas, mientras que el Consejo impulsa la construcción de un marco legal ético y seguro para su uso terapéutico en contextos clínicos y acompañados.

Educación, comunidad y regeneración

Durante el festival, presentamos talleres sobre cultivo de hongos, experiencias sensoriales que exploran la conexión micelial con el cuerpo humano, y espacios de diálogo sobre la regulación y ética en el uso de los hongos psicodélicos. También abrimos un diálogo esencial con representantes de comunidades indígenas guardianas del conocimiento micológico.

Uno de los pilares del Consejo es el empoderamiento comunitario, que honra estos saberes ancestrales mientras impulsa modelos de desarrollo económico basados en la recolección ética, la conservación del hábitat micológico y la comercialización justa.

El futuro es micelial

El éxito del Festival del Bosque dejó claro que la ciudadanía está ávida de propuestas que integren ciencia, espiritualidad y sostenibilidad. Y los hongos, discretos pero poderosos, encarnan precisamente esa convergencia. Su red subterránea —invisible e interconectada— nos recuerda que también nosotros, como sociedad, debemos entrelazarnos para sanar, compartir y crecer en comunidad.

Desde el Consejo Mexicano de Hongos, agradecemos el espacio que este festival brindó para compartir nuestra visión. Hoy más que nunca, los hongos nos hablan… y nosotros, al fin, estamos escuchando.

Me encantaría conocer tus dudas o experiencias relacionadas con este tema. Sigamos dialogando; puedes escribirme a dra.carmen.amezcua@gmail.com o contactarme en Instagram en @dra.carmenamezcua. ¡Hasta la próxima!

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