Los ganaderos estiman sobrecosto de 400 mdd por controlar gusano barrenador
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El gusano barrenador mantiene en alerta a los productores de carne. A las pérdidas que ya se generan debido a la pausa de Estados Unidos a las importaciones de ganado mexicano, ahora se suma el sobrecosto que se genera por la implementación de protocolos para la revisión de animales vivos y la capacitación a ganaderos, como parte de las labores de control de la epidemia. Enrique López, director general de la Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG), en una conferencia de prensa detalló que las revisiones que forman parte de los protocolos para detectar posibles animales infectados son de forma visual y vaca por vaca, lo que significa un aumento en los gastos de operación. “La inspección se realiza animal por animal y si hay sugerencia de infección, (la res) se extrae y se hacen pruebas. Hay que señalar que la inspección es visual porque la larva está en la superficie de los animales y no está en riesgo la carne”, declaró López.
El representante de los productores de carne detalló que, en el caso de los becerros de vocación exportadora, los costos de cuidado en jaula en el proceso de engorda ascienden a 400 millones de dólares por año, y con los protocolos para contener el gusano barrenador representan un aumento de 1,600 pesos por cabeza sobre el costo normal, lo que elevaría el costo de producción. El sobrecosto no es el único reto que la emergencia sanitaria implica para el sector. Jesús Brígido Coronel, presidente de la AMEG, adelantó que las pérdidas mensuales que se generan por el cierre de la frontera rondan entre los 25 y 30 millones de dólares. “Hablo de pérdidas, no por cuestión de divisas, sino de lo que se tienen que quedar y vender aquí”, declaró. Respecto al cierre de las fronteras, los representantes de la AMEG aseguraron que los empresarios ganaderos mantienen los protocolos necesarios para el manejo adecuado del ganado a fin de tener un control adecuado de la trazabilidad de cada animal, por lo que llamaron a poner fin al veto al ganado mexicano. “Los protocolos están negociados e implementados desde hace meses, por eso la insistencia de que el cierre fronterizo no tiene justificación”, declaró el presidente de la AMEG. “Lo que hace falta es dispersar moscas estériles. Ese es el proceso con el que se erradicó antes”, añadió. Los representantes de la AMEG descartaron que el alza de precios de la carne de res tenga relación alguna con la emergencia sanitaria del gusano barrenador. Juan Ley Zevada, vicepresidente de Comercio Exterior de la asociación, detalló que los precios están relacionados con el aumento en la demanda de carne por un mayor gasto disponible por los programas gubernamentales, además que la sequía afecta insumos como los granos y forrajes de engorda.
A la espera de la planta de mosca esteril A inicios de julio, el gobierno federal anunció el arranque de los trabajos para la reapertura de la planta de mosca esteril en el sureste del país, con el objetivo de combatir el el gusano barrenador, que no solo afecta a vacas, sino a todo ser vivo de sangre caliente, incluidos los humanos. La Secretaría de Agricultura de México adelantó que la planta –con una inversión conjunta con Estados Unidos por 51 millones de dólares– producirá 100 millones de moscas estériles del gusano barrenador del ganado por semana una vez terminada en el primer semestre del 2026. No obstante, los engordadores de ganado esperan que esté lista en un periodo máximo de seis meses. “Estados Unidos está poniendo su parte, también iniciaron la construcción de su planta en Texas, para en conjunto este lo que sí en el pacto en Estados Unidos si acaso llega esta mosca a Estados Unidos el impacto sería de 10.000 millones de dólares para su acto ganadero nacional”, comentó al respecto Brígido Coronel.
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