En el emprendimiento, el fracaso ya no se percibe como una derrota, sino por un aprendizaje para mejorar el modelo del negocio y acercarse al éxito, pues de cada tropiezo y cada negocio que no prosperó se aprender.
Cifras de la radiografía del Emprendimiento 2024 de la Asociación de Emprendedores de México (Asem) señalan que 20% de los emprendedores tuvieron un negocio que no funcionó y uno de cada dos nuevos negocios cierra antes de cumplir dos años.
Sin embargo, los emprendedores que vuelven a intentarlo después de cerrar su primera empresa logran mejorar su propuesta de valor y su capacidad de gestión, así lo señala Pepe Villatoro, cofundador y CEO de Fuckup Nights.
Fracasar rápido y barato se ha convertido en un factor importante, pues de lo contrario se pueden hacer grandes inversiones en proyectos que no prosperan.
Durante la primera edición de Fuckup Nights x Tiendanube: E-commerce Edition, Luis Gómez, director de pequeñas y medianas empresas de Tiendanube señaló que la experiencia de un fracaso obliga a los emprendedores a analizar de manera más rigurosa sus finanzas y operaciones, sino que les otorga una visión más realista del mercado.
El desafío, coinciden especialistas, es cultural. En México, todavía persiste el estigma hacia los negocios que no prosperan, lo que inhibe la innovación y la toma de riesgos. Por ello te compartimos dos casos de emprendedores que aprendieron de los errores del negocio y ahora han creado un modelo de negocio más sólido.