Los consumidores estadounidenses están cada vez más preocupados por el mercado laboral
Los estadounidenses se mostraron notablemente menos optimistas sobre el mercado laboral en agosto, en medio de un aumento de la preocupación por la capacidad de conseguir un nuevo empleo en caso de perder el actual, según un informe publicado ayer por la Reserva Federal (Fed) de Nueva York.
La encuesta de Expectativas del Consumidor realizada por la Fed de Nueva York también reveló una creciente preocupación por la situación financiera actual de los hogares y unas expectativas esencialmente estables en cuanto a las presiones futuras sobre los precios.
La encuesta puso de manifiesto un fuerte aumento en el número de participantes que afirmaron que les resultaría más difícil encontrar un nuevo empleo si se quedan desempleados. La probabilidad esperada de encontrar un nuevo trabajo en tal caso entre los encuestados fue de 44.9%, el nivel más bajo de la encuesta desde junio del 2013 y por debajo de 50.7% de julio.
Las expectativas de que la tasa de desempleo sea más alta en el futuro aumentaron en agosto, al igual que los pronósticos de pérdida de empleo en el futuro, cuya probabilidad se situó en 14.5% de los encuestados, por encima de la media de los últimos 12 meses, que fue de 14 por ciento. En agosto, los encuestados también afirmaron que habían reducido la probabilidad de dejar un empleo de forma voluntaria.
Las perspectivas poco halagüeñas en materia de contratación son otra señal de los retos que plantea el mercado laboral. Los datos publicados por el gobierno en los últimos dos meses muestran una notable desaceleración en la tasa de crecimiento del empleo, junto con importantes revisiones a la baja de las cifras de meses anteriores.
El viernes pasado, la Oficina de Estadísticas Laborales informó que el empleo no agrícola aumentó en 22,000 puestos de trabajo, tras el incremento de 75,000 registrado en julio. La tasa de desempleo subió ligeramente hasta 4.3%, un máximo de cuatro años. Los datos también mostraron que en junio la economía perdió puestos de trabajo, algo que no ocurría desde hacía cuatro años y medio.
El empeoramiento de las perspectivas de contratación contribuye a reforzar las previsiones de un recorte de tasas por parte de la Fed la próxima semana.